Pues sí, es hora de contar todo lo que sucedió.
Después de todo lo que discutimos decidí no hablar, solo escuché que habló por teléfono y estuvo convenciendo un gran tiempo a mis padres para que me dejaran quedarme con él, mis papás no eran tan permisivos que se diga y cuando íbamos de viaje juntos siempre iba Daniel o Santiago. Logró convencerlos y solo pude notar a través del vidrio de mi ventana que íbamos para un lugar muy boscoso y que cada vez nos alejábamos de la ciudad. El camino fue muy incómodo, ninguno de los dos hablaba solo sonaba música de fondo. Había demasiado frío y a eso súmenle que todavía teníamos puesto el último vestuario de la noche que no era nada abrigador. Llegamos a una pequeña montaña que se me hacía muy conocida, los portones se abrieron al reconocer el chip que tenía la camioneta, Los encargados del lugar salieron de sus casas al reconocer la camioneta. Estábamos al lado de la finca central Zerimar. La finca con mayor producción y exportación cafetalera en el país. ¿Ahora entienden el porqué de tantos lujos y viajes?
Llegamos al lugar y del cielo caía una fina brisa, él se dirigió al baúl y empezó a bajar un par de cosas por lo cual decidí ayudarlo, no quiso, los trabajadores decidieron entrar todo mientras nosotros tomábamos asiento y alguien se encargaba de prender la chimenea. Después de dejar todo listo los trabajadores se despidieron y se retiraron.
-¿Quieres comer algo? porque yo sí.
-Sí
-¿Qué quieres? Puedo hacer panqueques, fruta con yogurt o ambas si quieres -dijo serio
-Lo que tú quieras está bien
-Entonces será ambas
-Tengo demasiado frío, subiré el nivel de la chimenea
-En la maleta negra hay dos pijamas, la tuya es la que viene empacada en la bolsa azul -dijo mientras se dirigía a la cocina
-Gracias, iré al baño. -la incomodidad se hacía presente en cada instante, no quería salir del baño pero no podía quedarme ahí toda la noche ¿o sí?, destapé la bolsa y era una pijama muy cool, un pants y un sudadero gris, abrigaba muy bien. Me quedé sentada un rato en el inodoro, ni siquiera sabía que hacíamos aquí y tampoco tenía mi celular, lo había metido en mi maleta y mi maleta no sabía en qué cuarto de la casa estaba. Decidí pararme lavarme las manos y la cara y después me sequé lentamente evitando salir lo más rápido posible. Hasta que salí. Y ahí estaba él en la sala esperándome.
- No te mentiré, los panqueques los compré ya hechos solo es de recalentarlos, la fruta y el yogurt ya están. Ven al comedor, ya está todo listo. -dijo parándose mientras se dirigía a la cocina para entrar nuevamente
Me di cuenta que el llevaba un pijama igual que la mía obviamente más grande ya que él era el doble en estatura que yo, solo decidí entrar a la cocina donde él se encontraba. Para mi sorpresa todo estaba perfectamente decorado, esta noche era algo que él ya tenía planeada, así como lo planeo también la arruinó. Si iba a ser nuestra última noche juntos, haría que fuera inolvidable sin importar nada. Aunque el chico asiático estuviera en mis pensamientos y cada vez que venían a mi mente nuestros roces un fuerte cosquilleo se apoderara de mi ser, me había prometido que esta noche solo seríamos él y yo y nadie más. Estúpido chico asiático, sal de mi mente. Una expresión poco afable se hizo presente en mi rostro lo cual lo extrañó e hizo que hablara.
-Planee esto todo el mes -dijo mientras partía un pedazo de panqueque -Es triste ver como todo se viene abajo ¿No crees? -dijo metiendo el pedazo de panqueque a su boca
-Es más triste ver como todo se viene abajo cuando no confías en la persona que dices amar -dije sentándome a su lado mientras agarraba mi plato que estaba finamente decorado

ESTÁS LEYENDO
¡Park Jimin! ¿Qué Has Hecho?
FanfictionLa alarma no había sonado y mi mamá parecía no estar en casa, esa fue la razón por lo cual no me levantó. Vi mi reloj y faltaba una hora para el programa por lo cual me metí a bañar y me vestí, jamás había estado lista tan rápido. Salí corriendo de...