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— Buenas noches— Desya habló con tono avergonzado, Miller por su parte se quedó helado en su sitio, ese era su hijo ¡Dios! tenía grabado su rostro en su mente, su preciosa cara después de todos aquellos años sin verlo, era imposible que no lo reconociera así solo hubiese podido verlo de lejos en la iglesia — Yo... como ve, no estoy armado ¿podría pasar?— el muchacho volvió a hablar con el mismo tono y se frotó los brazos, la antorcha le iluminaba de lleno el rostro y podía ver sus mejillas rojas y los labios ligeramente amoratados, la ropa que tenía ni siquiera era lo suficientemente abrigadora como para estar en un lugar techado, mucho menos a la intemperie. Miller quitó rápidamente la cadena y abrió la puerta.
—Entra hijo – la palabra se le salió en automático pero el menor no pareció darse cuenta del verdadero significado de la palabra, pues sonrió agradecido pasando al interior. Solo estar dentro cerró la puerta nuevamente y le guió a una silla cerca del fuego que se extinguía en la chimenea y lo avivó esperando que su muchacho pudiese entrar pronto en calor— Espera, te traeré una manta— anunció y Desya se preguntó qué clase de guardabosques era aquel hombre, se veía fuerte pero no era del tipo que intimidaba, más aún, el sujeto parecía demasiado amable. Aceptó la manta que le llevó y sonrió cuando el otro la acomodó sobre sus hombros, estaba devastado hasta hacia unos instantes y de repente se sentía como si hubiese llegado a su hogar... realmente debía estar muy afectado.
—Gracias— se abrigó pensando qué diablos iba a hacer de ahí en adelante.
—Pero jovencito ¿qué haces a estas horas caminando por el bosque?— ¿qué era lo que hacía ahí? ¿Por qué no estaba con su pareja en Palacio disfrutando de la celebración? Acaso... ¿acaso no era como Alastor le había dicho? Desya por su lado sonrió, se veía nervioso, le vio girar los ojos y ver el techo antes de volver a verlo... aun tenía aquel hábito cuando mentía, lo tenía desde pequeño.
— Bueno. Yo solo salí a dar un paseo y me perdí en el camino, en realidad no sé cómo es que terminé por aquí, usted podría indicarme... ¿cómo salir del bosque?— Miller se sentó en una silla frente a él y le sonrió, era lógico que en la situación en la que estaba Desya no quisiera decirle la verdadera razón de cómo había llegado hasta ahí pero necesitaba saber...
—Claro muchacho, conozco el bosque, puedo sacarte cerca de Palacio, cerca del pueblo o al camino que lleva al reino del este.
—Al este, al reino del este, es ahí donde quiero ir— Desya contestó tan efusivamente que el mismo notó lo raro de su reacción— es decir soy de ahí y seguramente mis compañeros tomarán ese camino... —no hubo tiempo de que nadie dijera nada más pues los fuertes golpes en la puerta hicieron saltar a Desya y fruncir el ceño a Miller.
—¡Soldados del Rey!¡Abra la puerta!—la voz alta y firme era completamente militar, Miller supuso que estarían ya buscando a la novia perdida y al parecer una que no tenía ganas de regresar, bien , no sería él quien le llevara de vuelta.
—Escóndete tras la cama. Rápido— le indicó al rubio y este obedeció en automático asintiendo y obedeciendo, Miller se aseguró que no fuera visible desde la puerta y después abrió con una actitud bastante diferente a la que había tenido hasta ahora, aunque simplemente abrió a medias como lo había hecho con Desya en un principio.
— ¿Qué buscan soldados aquí?— su voz se escuchaba irritada, muy diferente al tono que usaba al hablarle a Desya y esto sorprendió al rubio escondido, uno pensaría que hablaría con más diligencia a los soldados del rey.
—Estamos buscando a un joven rubio...— comenzó a hablar el soldado y Desya escuchó como lo describirían, altura, color de piel, color de ojos, complexión, su descripción era tan malditamente detallada que sería imposible que el sujeto no se diera cuenta de que a quien buscaban estaba escondido tras la cama— Esconderlo u ocultar información sobre su paradero será merecedor de la pena capital— Miller no pareció inmutarse, Desya levantó un poco la cabeza viendo por encima del borde de la cama. Estaba seguro de que lo entregaría y aunque le hubiese gustado correr no tenía a dónde, ellos estaban en la única salida de la cabaña.
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The Cinderella Boy's Escape
RomanceEl padre de Desya abandonó a su madre, a él y a su hermana hace años, ahora el dinero se está acabando y su familia no quiere dejar su estilo de vida cara. Así es como Desya es obligado a robar por orden de su madre. Él no quiere perjudicar a la ge...