1🆗

10.6K 464 64
                                    

Me desperté intentando hacer el menor ruido. El invitado de la noche anterior podía dormir un poco más mientras yo me cepillaba los dientes, orinaba y me daba un baño.

El joven dijo llamarse Hoseok y no ser de Seúl, sino de uno de los pueblos aledaños. Me aseguré, antes de continuar con mi trabajo de conquista, de que tuviera más de 18 años.

Me mostró su documento para que se me fueran las dudas.

- ¿No crees que soy demasiado viejo para ti? - pregunté, con falsa modestia.

Hoseok solamente se rió, con una inocencia poco creíble.

A decir verdad, yo también me reiría. Tendré 25 años, pero tengo un gran estado físico y unos buenos músculos. Fui deportista durante mi juventud pero ahora me dedicaba a enseñar Derecho Romano en la Universidad de Leyes.

Me gustan los jovencitos, aunque debo admitir que los jovencitos son los que gustan de mí. Yo, por mi parte, tengo que ser honesto y reconocer que me gusta cualquier cosa que tenga trasero, boca y pene.

- Seguramente tengo asuntos con daddy sin resolver - me respondió Hoseok, guiñándome el ojo. - Pero si no te gusto, puedo buscar otra cosa.

- Me gustas - le aseguré. - ¿A tu casa o a la mía?

- ¿No me vas a invitar a una copa antes? - preguntó Hoseok.

- ¿Gustas algo para tomar? - pregunté.

- No, prefiero ir a tu casa - señaló. - Tengo trámites que hacer mañana temprano.

Caminamos hasta mi departamento, a diez cuadras del bar donde nos conocimos. Hoseok era atlético, tenía el cabello cortado a raíz y me pregunté si acaso no estaría en el servicio militar también. Pero preferí evitar la pregunta. A los ligues de una noche no le brindo demasiada información sobre mí.

En cambio, Hoseok me contó que vino con su madre porque su tía está enferma. Por lo que me dio a entender, estaba en la etapa terminal de un cáncer.

- Lo siento mucho - dije.

- No te apenes tanto - respondió. - Es triste, pero apenas la conozco. No me genera más tristeza que el ver a cualquier persona en ese estado.

Me pregunté si acaso había visto a más personas muriendo así.

Llegamos a mi departamento y Hoseok aprovechó para inspeccionar el lugar. Se quedó mirando las fotografías de mis tiempos en el servicio militar, que ya habia cubierto.

- No quiero sonar apresurado, pero mañana tengo que levantarme temprano para ir al trabajo - le comenté.

Hoseok me miró divertido.

- No quieres sonar pero suenas - me corrigió.

Me reí por su ingenio.

- ¿Sigues en el servicio? - Pregunto.

- No, eso es otra vida - contesté. Miré la foto como si realmente me remitiera a una época feliz. - Ahora soy profesor en la Universidad de Leyes.

- Vaya, un profesor universitario - analizó. - Siempre tuve fantasías de acostarme con algún profesor.

- ¿Nunca lo has hecho? - pregunté.

- Vivo en un pueblo muy pequeño - respondió. - Allí las cosas son un poco diferentes. No me muevo con la misma libertad que aquí.

Para decir que tenía libertad, no podía jactarse de estar moviéndose mucho. Intenté no sonar ansioso.

- Bueno, al menos en estos días puedes divertirte un poco, ¿no? - lo alenté.

Señor Kim | RM X VOCAL LINE(TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora