«Una dulce risueña y pequeña niña cantó una vez esta canción poética»Madrecita, mi primera maestra, eres el regalo, que me ha dado Dios.
Madrecita mi amiga más fiel, eres compañía que siempre tendré.
Tú me has cuidado, al pasar los años, en la cual te agradezco, por tu dulce amor.
Tú mereces todo, mis besos, mis sueños. Le agradezco a Dios, por darme tu amor.
Hoy le pido, a mi Dios querido, que al ser grande yo no te descuide mamá.
Hoy le pido a mi Dios querido, que me ayude a cuidarte y a honrarte mamá.
Madrecita eres la madre soñada, mi dulce compañía, mi razón de ser.
Madrecita eres mujer virtuosa, valiente y valiosa, eres tú mi dulce mujer.
Nota: Una de las últimas canciones que escribí fue en honor a las madres. Estas letras forman parte de ello, y la pequeña dulce niña risueña que cantó tal canción poética, aún perdura dentro de mi.

ESTÁS LEYENDO
Sentidos Abiertos
Ngẫu nhiênMis ojos, mi olfato, mis oídos, mi boca, mis manos y mi mente se expresan en letras. Bienvenidos a los pensamientos libres, al baúl de los recuerdos, sentimientos y momentos que te desconectan de lo real. Cada una de mis letras suturan heridas, el...