Capitulo 4:Dia del examen

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        Suena la alarma son las 7 am, mi cuerpo aún se siente cansado, como si no hubiera dormido, me cuesta levantarme de la cama, pero después de varios intentos lo consigo, salgo de mi cama para dirigirme al baño y verme en el espejo, me sepillo mis dientes, elijo mi ropa, hoy prefiero ponerme algo más formal como una camisa con unos jeans muy casuales, acontinuación voy a peinarme, en lo particular nunca me ha gustado mi cabello, es muy difícil de peinar sin que se levante de nuevo, pero con el tiempo he aprendido a vivir con ello, termino de peinarme y decido sentarme en mi cama un poco, para pensar ya que hoy es el día en que me tengo que presentar en la escuela para mí examen, he estudiado muy bien estos últimos días, creo que estoy preparado, no puedo evitar ponerme nervioso por las palabras de mis padre, no quiero fracasar, debo dar mi máximo esfuerzo.

         —Hijo ¿Que estás haciendo?        —pregunta mi madre, ella sabe que estoy nervioso, —nada mamá, solo medito un poco, —tranquilo hijo, lo harás bien, solo recuerda en todos tu exámenes siempre has tenido excelentes calificaciones, ¿porque hoy no? —no puedo evitarlo mamá, es un idioma diferente y sistema de estudios diferente —mamá sabe que solo faltan palabras que yo no comprenda para fallar, —bueno solo da tu máximo esfuerzo, sabes las consecuencias de fallar Emil, —eso es lo que más me preocupa —le digo a mi madre           —tranquilo Emil, mejor ven baja a desayunar, —ahorita voy mama, —me duele saber que mis padres realmente no confían en mi, ni yo tampoco lo hago pero me ha tocado seguir adelante a pesar de ello, quisiera alguien que confiara en mi y me haga sentir inspirado para dar lo mejor de mi, pero mis padres solo me llenan de miedo.

         Bajo las escaleras para desayunar, y hay está mi padre comiendo un licuado con pan —Hoy es el día Emil —dice mi padre en cuanto me ve, —si papá —me siento a la mesa y mi madre me da un pan y un vaso con licuado de fresa, —Emil hoy es cuando debes de dar lo mejor de ti —si ya lo sé papá —recuerda las consecuencias —me dice serio —yo no necesitaba recordar las consecuencias, lo único que quería es que me dieran su apoyo, no que me amenazaran diciendo que si fallaba terminaría trabajando un año completo sin posibilidad de estudiar hasta que solo pueda mantener mis estudios, —¿Crees que eso me ayuda papá? —le pregunto un poco más alto de lo normal —pues debería de ayudarte, o ¿serás un fracasado? —yo no seré jamás un fracasado —eso lo decides hoy tú no yo —me contesta mi  padre y tiene razón al final uno decide su propio destino, —bueno entonces no me recuerdes lo que pasa si fracaso mejor dime lo que pasa si triunfo       —¿Triunfar tu? Emil seamos realistas soy tu padre y no te mentire, tienes habilidades pero mantén los pies en la tierra ¿Cuáles son tus sueños Emil? Me pregunta mi padre muy confiado —terminar mi carrera en la mejor universidad y ser futbolista profesional o ser el mejor contador público Islandés que se haya conocido, —lo vez Emil te pones metas muy altas —dice mi padre riéndose —mejor primero termina la preparatoria y luego piensas en cosas más altas Emil —¿no crees que las pueda lograr? —te seré sincero Emil solo eres un chico normal de 15 años aún no sabes nada de la vida, aveces es mejor no emocionarse tanto imaginando cosas que cuando falles te dolerán el resto de tu vida, mejor ve a lo seguro y deja de imaginar cosas que no serán reales —me dice mi padre el cual parece que en vez de ayudarme, solo se burla de mis metas y sueños.

          —Tuve suficiente —digo en voz baja conteniendo mi molestia, me levanté de la mesa y abrí la puerta de salida —¡A dónde vas Emil! Grita mi padre desde el comedor solo cierro la puerta detrás de mí, estaba muy herido por las palabras de mi padre, aún era muy temprano faltaba una hora así que me dispuse a caminar hacia la escuela, mientras pensaba en todo lo que me dijo mi padre, talves tenga razón y no debería ilucionarme con grandes cosas, —tu puedes  hijo mío —veo a una padre decirle eso a su hijo mientras lo abraza antes del examen, —demuestrales Rogelio de lo que eres capaz y si fallas siempre estaremos aquí para ti —si papá —veo al tipo decirle a su padre, en ese momento sentí como se rompió algo dentro de mi, quería tirarme a llorar, pero no lo iba a hacer en vía pública, solo me pregunto porque no me tocó una familia haci, no es muy difícil tratar así a sus hijos, no se supone que ellos deben de ayudarme a conseguir mis sueños, pienso todo eso mientras subo al bus para ir a la escuela, voy muy desanimado y en eso escucho una voz dulce y agradable.

        —¿Estás bien? —me pregunta una señorita bella que sento a mi lado en el bus, —si eso creo —¿tambien harás examen? —me pregunta, que seguro notó mi ficha para el examen que llevo en la mano, debo de tener más cuidado con este tipo de cosas ya van dos veces que adivinan a donde voy solo con ver lo que llevo en la mano, ya me pasó con Fede y hoy con ella,   —si —le contesto algo nervioso           —tranquilo saldrá bien, aunque no creo que te sientas así por el examen, ¿Algo más paso? No te conozco pero si te puedo ayudar lo haré —son mis padres, me desmotivaron demasiado —tranquilo, solo confia en ti y lograrás lo que sea, sé que tú puedes —me lo dice que con una gran sonrisa, rayos es tan amable y hermosa, justo en ese momento llegamos a la escuela —muchas gracias —le digo muy motivado —de nada, suerte yo también tengo que hacer examen, después te veo —si     —se va algo apresurada, pero de alguna manera logro hacerme sentir mejor, y tiene razón solo debo confiar en mi, espero poder ver a esa chica de nuevo, pero ahora me debo concentrar en mi examen, entro al aula que pertenece a mi número de ficha, aquí es donde yo decidiré mi destino mi destino.

(POV ALMA LISBETH/CHICA DEL BUS)

          Nunca había sentido algo parecido, ese chico es algo raro pero me agrada, espero poder verlo de nuevo...

La veracidad del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora