Gemelos [BNHA] En Hiatus

Capitulo 17

Suspiré cansada y me tiré en el sofá de la sala. Solo había salido a caminar por el parque para ver si encontraba de casualidad a Kou pero no haber tenido ni una pista desde hace una semana lo hacía todo complicado.

Aburrida y sin ganas de volver a salir, agarre el control remoto de la pequeña mesa de vidrio que estaba a mi alcance y prendí el televisor.

Noticias, más noticias... El asesinato de héroes, volví a cambiar, no me interesaba.

De repente deje de apretar el botón. Dibujos animados.

Recuerdo que pasaron años desde el último que vi o escuché nombrar, tal vez podría verlos... Y eso hice.

Toda la tarde.

•••

Mire el reloj en la pared de la sala de estar y me asombre un poco, ya eran las siete pm.

Volvo mi vista al televisor y dude que hacer. Termine por encojerme de hombros y apagarlo.

Iría a un super de 24 horas y compraría dulces junto a comida ya hecha. Luego volvería y seguiría viendo los dibujos que tanto me gustan.

Caminé por las desoladas calles y me recordó un poco a las películas de terror, haciendo que me pusiera alerta.

Mirando a todos lados con los nervios a flor de piel y sin detenerme seguí hasta llegar a dos cuadras de mi hogar, en donde me relaje un poco.

No me di cuenta que había alguien en un callejón y recién lo hice cuando escuché un quejido.

No iba ser como esas tontas protagonistas que dicen : Un ruido raro, podría ser un monstruo, mejor me armaré con una escoba.

No, o sea ¿Estaban locas? Lo peor de todo era que milagrosamente no morían y sobrevivían toda la película.

Ignorando aquello pero comenzando a caminar más rápido llegue a mi destino, el televisor.

•••

Al día siguiente me levanté y de inmediato fui al baño para darme un baño y asearme.

Había tomado como costumbre salir a caminar cerca de las seis de la madrugada. A ese horario el sol ya había salido así que no debía preocuparme mucho.

Seque mi cabello con una toalla y me dirigí hacia el armario, donde agarre el mismo conjunto de siempre. Un pantalón azul marino con un buzo de igual color que debajo tenía una simple remera blanca con un gatito naranja que decía hello!

Fue sorprendente la primera vez que me mire en el espejo de un local, me veía bastante bien. Una de las chicas que atendía allí me dio el consejo de soltarme el pelo pero me rehúse.

Tal vez fue porque me acordaba de mi tía cuando lo tenia suelto o porque simplemente me veía a mí misma incapaz de hacer algo.

Si fuera alguna de esas dos opciones sin duda haría lo posible para superarlas.

Aún mirándome en el espejo puse un dedo de cada esquina de mi boca e hice una sonrisa.

Ahora estaba bien, no tenía porque recordar esos momentos.

«¿¡Es que no puedes hacer nada bien!?»

«Que niña tan grosera»

Agarre mis llaves junto a una botella con agua y salí. Claro que sería malo perder mis llaves en el camino así que las ponía debajo de una roca mediana.

Comencé a caminar un poco y de alguna manera u otra llegue al lugar donde escuché los quejidos aquella vez.

Habían unas cuantas personas en la calle y el sol debería hacer visible a lo que sea que esté allí.

Mi curiosidad era alta en estos momentos y estaba preparada para salir corriendo en cualquier momento.

Estaba bien, ¿No?