Noche cerrada. Luna llena. Tormenta fiera. Llanto. Llanto triste, escondido pero fuerte. Un callejón, iluminado por los rayos. Una niña escondida en un rincón. Su rostro resultaba muy familiar. Sus facciones, entristecidas, parecían esconder algo, un secreto. Lloraba sin cesar, con las manos en la cara, asustada.Y su cara. Y su cuerpo, tan familiar, tan parecido...
De la nada apareció una sombra. Una sombra conocida. Una sombra que siempre aparecía en esas ocasiones. También resultaba familiar. Esos ojos... ¿Dónde había visto esos ojos? Eran rojos, como la sangre. Tenía una mirada cargada de odio y sus puños se apretaban, como si quisiera romperse las manos y dejarlas hechas añicos. Esbozó una sonrisa, simulando algo que no quería revelar.
Sigilosamente, se acercó a la niña. No quería que ella supiera de su presencia. Se escondió tras el contenedor, se camufló en la pared... Cuando se halló muy cerca de ella, la sombra alzó un cuchillo al cielo negro y ...¡ PUM!
Atir se masajeó la cabeza tras el fiero golpe que se había dado contra la litera. Sus sábanas de un suave tono violeta estaban revueltas. Daba la impresión de que una aspiradora había pasado por allí. La joven, toda sudada, jadeaba fuertemente. Incluso pensó que su madre podría despertarse por su culpa. Estaba sobresaltada, pero a la vez relajada de saber que solo era una pesadilla. Una horrible pesadilla. Lo que ella no sabía era su significado.
Por fin, a las tantas de la noche consiguió adormilarse de nuevo. Pero no duró mucho en ese estado. Se despertó bruscamente tras algo más de media hora al darse cuenta de que su calcetín izquierdo se deslizaba fuera de su pie. Levantó las sábanas y vio como el calcetín se desplazaba atraído por algo extraño que se encotraba al final de la cama. Pronto cayó en la tentación de coger la prenda y mirar qué narices era esa "cosa" que atraía a un simple y vulgar calcetín.Cuando se acercó para agarrarlo, Atir observó que había una especie de agujero absolvedor en el final de la cama. Se pellizcó varias veces en el brazo, creyéndose dormida. Pero allí seguía ella, el agujero y el calcetín.
Alargó la mano hacia ese hueco misterioso y, antes de que pudiera gritar y pedir ayuda, éste se la tragó como agua en un fregadero.
***
Este es el principio, lo he etiquetado como prólogo. Voy a seguir subiendo más ^-^. Tal vez es algo corto, pero el resto de capítulos serán algo más largos (algunos, otros sí que serán cortitos).
Mucho amorr y espero que os guste!!Laardillalectora ♡ :)
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ATIR
FantasyNoche cerrada. Luna llena. Tormenta fiera. Llanto. Llanto triste, escondido pero fuerte. Un callejón, iluminado por los rayos. Una niña escondida en un rincón. No todo es lo que parece. A veces, la realidad puede ser muy distinta de lo que crees. Es...