Niñeros

7

-¡My Lady!

Adrien vio como su mujer se bajó del auto y se fue corriendo alegré a sus brazos.

La azabache lo miró con seriedad mientras se cruzaba de brazos

-Agreste.

El hombre paró su intento de abrazó y la miró con los ojos llorosos.

-¿Me dijiste Agreste?

Marinette asintió mientras Alya iba a abrazar a sus hijos e ignoraba a su marido.

-Pero tu me dices así cuando estás enojada conmigo.

-¡Quemaste nuestra casa, era obvio que iba a estar enojada!

El rubio asintió dolido, se fue a un rincón y quedó en posición fetal.

Marinette fue a abrazar a sus hijos y Chloe se acercó a Nathaniel el cual la miraba con seriedad.

-En verdad estoy planeando el divorcio.

La rubia rodó los ojos y le dio un beso en los labios haciendo que se le pasé gran parte del enojó.

Las dos madres del grupo miraron a sus hijos sonrientes.

-¿Algo que quieran decir?

Louis asintió a lo que dijo su tía.

-El tío Nino y el tío Nathaniel están bien pero por favor no nos vuelvan a dejar con mi papá.

Todos asistieron de acuerdo logrando que Marinette sienta lástima por su marido y lo perdone.
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Ésa misma noche en la casa Lahiffe.

Alya dentro a su habitación y se acercó a la cama donde estaba su marido acostado.

-Te extrañé bebé ¿y tú? ¿me extrañaste?

Le beso el cuello y él le acarició el rostro con delicadeza.

-Por favor Alya, déjame dormir que estoy muerto.

Le dio la espalda a su mujer y está fruncio el ceño molesta.

-¡Eso sí que no Lahiffe! ¡Yo quiero diversión! ¡¿Me oiste?!

Y lo único que recibió como respuesta fueron los ronquidos de su marido.

Suspiro cansada y se dio media vuelta enojada.

-Pero me vengare.
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Con Chloe y Nathaniel.

Chloe leía un libro en su cama hasta que sintió como su marido se acercaba a ella, muy felíz y con sólo una toalla cubriendolo.

-Te extrañé mi oxigenada.

-Alto ahí antorcha humana.

Le pegó suavemente con el libro en la cabeza y él la miró confundido.

-No estaré disponible para hacer éso por unos meses.

Nathaniel abrió la boca sorprendido y ella le sonrió.

-¿Voy a ser padre?

-Vamos a ser padre.

El pelirrojo la abrazó contento.

Nunca creyó estar más feliz de la vida.

-No puedo creer que my Queen y yo tendremos un hijo.

-Mmmmm.

El la dejó de abrazar y la miró con algo de miedo.

-¿No es mío?

-¡Claro que es tuyo torpe! Pero... ¿quién dijo que iba a ser uno?

Nathaniel sudo nervioso mientras Chloe volvía a su lectura.

-¿S-son dos?

Ella negó sin levantar la mirada.

-Felicidades tomatito, serán tres.

El pelirrojo se acostó pálido por la noticia y ella sonrió.

-Que bueno que esperé a que nos acostemos para decírtelo.
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Con Marinette y Adrien.

El rubio miró a su mujer con una sonrisa.

-Te extrañé my Lady.

-Y yo a ti gatito.

-¡Dejen de hacer ruido y duerman!

Oh si, estaban acostados con sus tres hijos los cuales habían extrañado a su madre.

El hombre suspiro profundo.

-Que suerte deben tener Nathaniel y Chloe.

Marinette sonrió con burla.

-De hecho, ellos en unos meses nos van a empatar. Chloe está esperando trillizos.

Adrien la miró con sorpresa y Louis y Hugo chocaron los cincos.

-Ése si que es hombre, no como nuestro remedo de ejemplo paterno.

-¡Oigan! Aunque éso explica por que veía a Chloe más gordita de lo ¡Auch!

Emma le mordió el brazo enojada.

-Nunca le digas éso a una chica.

Marinette rió divertida. Extraño a su familia en ésos días.

Y así Adrien, Nino y Nathaniel sobrevivieron a ser niñeros aunque éste último tenía mucho tiempo para ser de niñero en unos meses.

Fin