--CAPITULO 18--

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Diario de Edward- Miércoles octubre 23

Luego de que Mónica me examinara, April entro nuevamente y se quedó a dormir conmigo, prácticamente la obligue a acostarse en la camilla pero ella se negó, con el pretexto de que podía lastimarme, así que acerco un sofá, se sentó en el y coloco su cabeza en la camilla, tomo mi mano y la acaricio hasta que se quedó dormida, yo, por el contrario no podía dormir, no me sentía bien, romperte varios huesos del cuerpo y tener cortadas y heridas en todos lados no se siente bien, no hay ningún derecho a que yo me sienta bien, y el recuerdo de todo lo sucedido ronda en mi cabeza, me atromenta, observe a Ap, se veía tan serena, miraba el agarre de mi mano con la suya, y las raspaduras en mis nudillos, la contemple hasta que por fin pude dormir

...

-Bello durmiente, despierta- susurro Ap en mi oído

-No sin el beso de amor verdadero, princesa azul- dije bromista y adormilado en cuanto identifique su voz

Enserio quería uno de sus besos y ella no dudo en dármelo

-Ed, Mónica fue a traer tu desayuno, ¿quieres que te lo de?

-Claro linda, no es que me pueda mover mucho- observe mi cuerpo, ella soltó una pequeña risita

Me dio el desayuno como su fuera un bebe, y luego se fue para que Mónica me examinara, tenía que controlar mis signos para saber que todo estaba bien

-Cariño, dime si sientes esto- dijo Mónica tocando mi pierna herida

-Si- respondí

-¿Te duele?

-Un poco

-¿Y... esto?- pregunto haciendo presión en otra parte de la herida

-Sí, duele- conteste haciendo una mueca de dolor

-Está bien, te daré más analgésicos

Ella inyecto mi mano

-Dolerá un poco

-Sí, pero nada me duele más que pensar en todo lo que sucedió

-Ed, cariño, soy la única que lo sabe ¿verdad?

-Sí, tuve que contártelo cuando ingrese, de otro modo no lo sabrías pero no he tenido el valor de contárselo a mi familia, a Josh, a... a April, no puedo- deje escapar una lagrima

-Cariño, no llores, opino que es mejor que les digas toda la verdad, si no se enteran por ti, el hospital se verá obligado a contarles lo sucedido, y sería peor para ti, no crees?

-No- negué firme

-Sí, Edward tienes que hacerlo

-¿Pero cómo?- cuestione desesperado

-Es cuestión de encontrar el momento, pero hazlo rápido

-Auch- me queje

-Oh!, lo siento mucho, de verdad

Mónica había inyectado mal la aguja, la emoción tal vez, ella salió unos minutos después, dejándome solo

-Hola Bro, ¿Qué hay?- dijo Josh entrando a la habitación

Escribiendo Nuestro destino (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora