CAPÍTULO 6

39 3 1
                                    

Me puse de pie lo más rápido que pude, pero mi amado miró con mucho rencor el lugar donde estaba su amigo y luego me dirigió una mirada de tristeza a mí.

-Acupamos hablar, mencionó dirigiéndose a su amigo.

-Claro,dijo este poniendo los trozos de cerámica rotos en el borde del desayunador para luego seguir a mi amado por las espaldas.

Ambos se metieron en una de las recámaras  y no salieron hasta unos minutos después.
Esa tarde el amigo de mi amado se marchó de la casa con la escusa de que le salieron unos inconvenientes en su hogar.
En el almuerzo me tocó comer sólo,ya que él no salió de su habitación. Me sentía triste pero a la vez no,ya que no había hecho nada malo.
Estaba viendo televisión cuando unos brazos fuertes rodearon mi pecho por detrás, era él, ese abrazo estaba lleno de tantos sentimiento que no lograba descifrar nada, pero me abstuve a moverme para no romper ese hermoso y único momento.
Mis mejillas empezaron a arder cuando sentí su respiración chocar contra mi cuello.
Su mano fue descendiendo peligrosamente hasta el borde de mi holgada camisa, luego metió su mano tocando mi suave y sensible piel. Al percibir su tacto, miles de corrientes eléctricas viajaron por cada nervio de mi cuerpo, creando un ambiente tenso. Sentí su respiración volverme más tosca, cuando su mano viajó hasta uno de mis pezones y comenzó a masajiarlo en pequeños círculos, esto hizo que de mis labios se escapara un pequeño jadeo de placer.

-¿Que haces?,pregunté con gran dificultad cuando mi amado comenzó a dejar un camino de besos en mi cuello.

-Ya no puedo vivir sin ti,susurró cerca de mi oído.

Se separó de nuestro abrazo y rodeó el sillón, quedando enfrente de mí, se agachó posicionándose entre mis delgadas piernas y me dirigió esa mirada que desde que me encontró la dirigía solo a mí.

-Te conocí desde antes que tú supieras quien era yo, y desde el primer momento que miré tu mirada triste, sentí que era a tu lado que yo debía estar,mencionó acariciando mis manos.

Mi corazón comenzó a latir invocando su nombre, su amor. Pero de mis labios no salía palabra alguna.
Las lágrimas amenazaron por caer cuando beso cálidamente mis dedos.

-Sentí mi corazón hecho pedazos cuando te miré cerca de él, sentí miedo que el besara tus labios o acariciara tu cuerpo,por eso decidí pedir el resto del día libre, para cuidarte de él,y casi llego tarde,mencionó y apretó sus puños con fuerza.

-¿Te puedo hacer una pregunta?,mencioné con timidez.

-Claro que puedes,respondió acariciando mi mejilla y acercándose a mi rostro.

-¿Me amas?,pregunté hipnotizado por su esencia.

-Claro que te amo,dijo antes de rozar su labio con los míos e iniciar un voraz beso, lleno de pasión y amor.

Inmediatamente se colocó sobre mí, quedando atrapado entre su piernas y brazos. Su manos quitaron rápidamente mi camisa para luego quitar la de él. Las caricias , los besos y los jadeos predominaba el momento.
Mi amado comenzó a succionar suavemente la piel de mi cuello, dejando pequeños chupetes.

La temperatura fue subiendo hasta...

Así fue que en esa tarde nos entregamos el uno al otro. Mostrándonos cuanto nos amábamos.

-Te amo tanto mi pequeño,fue lo último que escuche antes de quedarme dormido entre sus brazos.

Encontré el amor en los brazos de élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora