Algo que nadie conoce de mí, es que
soy como el viento.La que suavisa con brisa el terrible calor del verano,
o la que te pone la piel de gallina cuando es invierno.No existe intermedio.
A veces, se me apetece andar por las noches y observar las estrellas.
Porque en ellas puedo ver la esperanza que me falta y el dolor que me sobra por las penas.Ellas me consuelan, con su tenue titiriteo.
No se van, aunque yo lo haga...
Se quedan, aunque yo vuelva dentro de días o semanas.Tengo que admitir que me asusta la facilidad con la que suelo dejar las cosas, y eso me hace envidiar a la tierra.
En ella siempre hay raices que aunque quieran arrancarse siempre quedará más de una adentro.
ESTÁS LEYENDO
Metamorfosis
PoesiaA continuación, las letras más maduras de una persona menos joven y más sabia.