Prisioner of lover ➸ Sulay/Layho

¿Qué ocultas?

No soy estúpido, desde hace días he notado que Suho está actuando extraño, como si intentara ocultarme algo y eso no me agrada para nada. Sé que él piensa que no me he dado cuenta, pero es que es tan obvio, que cualquiera podría deducir que algo no anda bien. Por ejemplo, ayer entró a la habitación en donde me estoy quedando por el momento y permaneció allí observándome por un largo rato, creyendo que aún estaba dormido. En ese momento sentí curiosidad por saber que diría por lo que me quedé en silencio dejando que siguiera observándome todo lo que quisiera, fue allí que lo escuche suspirar por lo menos unas tres veces antes de que se sentara a un costado de la cama. Realmente no quise asustarlo aunque igualmente termine haciéndolo al girarme al otro lado de la cama para preguntarle qué era lo que le estaba molestando como para que suspirara tantas veces al verme. Creo que ya está haciéndosele costumbre el caer de la cama...pues allí fue a donde fue a parar tras el brinco que dio del susto.

-¿N-No estabas durmiendo?

Fue lo único que pudo decir, claramente nervioso, antes de levantarse e irse con la excusa de que traería un vaso de leche para que pudiera conciliar el sueño.

Yo era el que estaba invadiendo su privacidad al quedarme en su casa ¿Por qué era él el que parecía estar incomodo entonces? Si tenía algo que decirme ¿Por qué dudaba tanto entonces? ¿Era algo realmente tan malo? ¿O es acaso que ya no quiere pasar más tiempo conmigo? Últimamente he disfrutado mucho pasando tiempo con Junmyeon, es más, me enoja bastante cuando ese "doctor" se aparece por aquí y se le acerca, por lo que no dudo en gritarle cuanta grosería se me ocurra para que lo deje en paz. Me pasé toda la noche pensando en que podría haber hecho mal y buscando una posible explicación a su actitud, sin embargo, no se me ocurría nada...

No podía seguir así, cuando Suho entrara al cuarto lo confrontaría y le pediría una explicación, aunque eso significara el que lo echara de la casa....porque puede haber dicho en un principio que lo cuidaría hasta que estuviera bien, pero podría haber cambiado de opinión y quizá ya quería deshacerse de él... Rogaba en su mente que ese no fuera el caso, ya que su manera de pensar era distinta ahora, no deseaba salir de aquella mansión, quería permanecer al lado de Suho, siempre que este se lo permitiera, pese a saber que no era digno de aquello.

Sus pensamientos se vieron abruptamente interrumpidos al escuchar dos golpes provenientes de la puerta. Decidió que lo mejor sería no responder y fingir nuevamente estar dormido para que Junmyeon se acercara aún más a donde él se encontraba.

-¿Lay? ¿Aún estás durmiendo? Te traje el desayuno ¿Puedo pasar?

No respondió, por lo que el otro simplemente entró a la habitación.

Tal y como calculo, dejó la bandeja de comida y el jugo en la cómoda que se encontraba al lado de cama, acercándose a comprobar si aún permanecía dormido. No lo dudo ni un instante y tiró de la mano de Suho haciendo que cayera a la cama y colocándose sobre él. Ahora estaban frente a frente, bueno para ser preciso, estaban tan cerca que sus labios casi podían rozarse.

-¿L-Lay qué e-estás haciendo?

Nuevamente lo había tomado por sorpresa o eso parecía ya que tenía los ojos completamente abiertos y sus mejillas estaban levemente sonrojadas, quizá debido a la cercanía de sus cuerpos. Él solo quería que quedaran frente a frente, pero el resultado fue que terminaran completamente pegados, casi sin centímetros de distancia, aunque aquello no le molestaba realmente. No desaprovecharía el momento, era ahora o nunca.

-¿No hay algo que quieras decirme?

Suho desvió la mirada por unos segundos e intento que me bajara de su cuerpo, sin embargo, no lo logró, pues no me moví ni un centímetro. Las dos semanas de descanso y la buena alimentación que estaba recibiendo, en verdad me hicieron bien, ya no me dolía todo el cuerpo como antes, ahora el dolor solo estaba en uno de mis pies, en el que al parecer, tenía un esguince que terminaría por mejorar en unos días más. Agradecía el hecho de que gracias a aquello, ya no era tan débil, por lo que no le sería fácil quitarme de encima si yo no quería moverme de allí.

-¿C-Cómo qué? ¿Podrías moverte al otro lado de la cama? ¿N-No es incómodo permanecer en esta posición?

Nuevamente desvió la mirada, pero esta vez puse mis manos en su rostro y lo obligué a que volviera a mirarme.

-Estoy bien así. ¿En serio no hay nada que quieras decirme? O algo que me estés ocultando.... Si es así, dímelo por favor, no me gusta cómo te has estado comportando últimamente, como si estuvieras incómodo con mi presencia...

Tras aquella pregunta, pude ver una expresión de total sorpresa en su rostro, era claro que no se lo esperaba. Afirmé mi agarre a su rostro e hice un ademán de acercarme a sus labios, logrando que Suho saliera de su trance y cerrara los ojos como reflejo. Sin embargo no lo besé, en su lugar, me puse a jugar con sus mejillas, jalándolas y moviéndolas de arriba abajo.

Mi intención no era estresarlo más ni hacer que se pusiera tenso, quería que estuviera relajado y me respondiera con sinceridad y confianza... ¿O acaso era mucho pedir?

-Ñu puedo despender si no sueltas mis mejillas...

No pude evitar soltar una carcajada ante aquello, era obvio que no podría responder si no lo soltaba, y sin embargo, aquello había sonado de lo más adorable... Aun así obedecí a lo que me dijo y lo solté.

-¿Tan obvio fui? Lo siento Lay, no fue mi intención ocultarte algo, es solo que no sabía cómo decírtelo. No es nada malo, como lo que probablemente estás pensando....No pienso abandonarte, ni me canse de ti. Es solo que el descanso que pedí termina mañana, debo ir a la universidad y ya no nos veremos tan seguido....solo unas cuantas horas al día y en la noche. Quizá desconozcas lo que es una universidad, por lo que, creí que te enojarías si te lo decía...

¿Solo era eso? ¿Tanto problema por algo tan simple? Era obvio que estaría triste de no poder verlo tan seguido como antes, pero ¿Por qué habría de enojarse con él? Es lógico que debía seguir con su vida y él no tenía la intención, ni el derecho de obstaculizarle el camino, ni de hacerle las cosas más difíciles. Pese a no haber recibido educación, sabía lo que era una universidad, aquel lugar del que se jactaban de asistir los hijos de la dueña de la casa en la que solían maltratarlo...

-¿Solo eso? ¿Por qué habría de enojarme? Es lógico que debas seguir con tu vida, no tenía pensado ser un estorbo para ti... Y contrario a lo que crees, si sé lo que es una universidad.

Ahora fui yo el que desvió la mirada, me sentía avergonzado. Estuvo preocupándose por días, hasta dejando de dormir y todo era culpa mía...

-¿Cómo puedes decir eso? No eres un estorbo en mi vida, jamás pensaría algo así. Estas dos semanas que pasé conociéndote, fueron maravillosas...y aunque nuestro tiempo juntos disminuirá, no se acabara del todo, no pienso abandonarte, prometí protegerte y eso es lo que seguiré haciendo.

Yo soy tan poca cosa y aun así, sus palabras siempre son tan amables...en verdad no lo merezco, pero atesoraré cada momento que pase a su lado.

No quería llorar, lo que dijo realmente me conmovió por lo que, esta vez no pude evitarlo. Me abracé a su cuerpo y oculté mi rostro en su cuello, mojando su fina camisa con mis lágrimas.