Capítulo 3

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El lugar volvio a tener el habitual frenesí de miedo y desesperación.

—Así que era cierto el rumor de que Control Híbrido estaba envuelto en tratos con personas malas.

Katsuki no parecía sorprendido, es más si Control Híbrido no estuviera envuelto en negocios tan turbios esa sí sería la sorpresa del año.

—Era de esperarse.

Solto un suspiro de resignación Kirishima.

Midoriya poco a poco estaba siendo consumido por la ansiedad, el miedo, la impotencia.

—¿A-ahora que h-hacemos?

Preguntó al borde del llanto.

—Como lo dije con anterioridad, esperar lo peor.

Volvio a hablar el pelimorado.

—Maldición, maldición, maldición ¡Maldición!

Cada improperio era acompañado con una patada en la puerta de la jaula del furioso pomerania dando énfasis a su estado colérico.

El llanto de Midoriya contenido por el fuerte agarre de sus dientes contra su labio inferior magullado no paso desapercibido de las sensibles orejas de sus dos amigos.

—Midoriya...

Trato de consolarle Kirishima.

—Maldito Deku, deja de ser tan nenaza y deja de llorar que si no te has dado cuenta no eres el único que está enjaulado y con el maldito destino cruel pisandole los talones.

Habló Katsuki con un tono de voz cansado, él no lo diría, él no lo demostraría, cuan aterrado e impotente se sentía en esos momentos. Él no era del tipo que se soltaba a llorar como Deku o del tipo que trata de decir algún tipo de mentirá cliché como "todo va a estar bien" para calmar a los demás y evitar que el pánico se cierna sobre todos como lo hacía Kirishima. No, él era del tipo que sin importar cuán dura fuera la situación se mantendría fuerte y evitaría todo tipo de mierdas sentimentales, sí, ese era él.

—¿Y? ¿Ahora cómo funciona esto? ¿Lo sabes maldito ojeroso?

—Pues lo que yo sé  es que cada cierto tiempo esperan los guardias hasta que este lugar este lleno de híbridos callejeros, como nosostros, y luego llaman para informar a los que les pagan por la mercancía, son varios grupos de diferentes rubros de negocio ilegales pero los que más se mantienen en contacto son los de las peleas clandestinas, ellos cada vez necesitan cambiar a los sujetos pues muchos no duran más de una noche por eso son los primeros en elegir ofreciendo una gran cantidad por ese privilegio. Se llevan muchos para poder tener repuestos y hoy al parecer sin duda serán los primeros en venir a escoger y llevarse a varios.

—Y de acuerdo a tu opinión ¿Cuál sería el destino menos cruel?

Preguntó otra vez Katsuki de manera calmada.

El gato persa entendió a que se refería, cuál negocio clandestino te daría la muerte más rápida y menos tormentosa.

—Puestos a elegir, sin duda el de peleas clandestinas, nadie quisiera terminar en algún negocio de aquellos chiflados científicos que te terminan por usar como rata de experimentos, antes que eso es preferible quitarse la vida.

La risa de Katsuki se escuchó por todo el lugar.

—Tienes razón.

—Al parecer las oportunidades que tenías hace unas horas atrás se volvieron en tu contra pequeño conejo.

La mirada burlona y cruel que le dirigía el pelimorado no hizo más que atormentar a Midoriya, al parecer todo estaba perdido.

[…]

CRH (Centro de Rescate Híbrido) BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora