𝑉𝐼𝐼𝐼

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Ya un mes y una semana que llevó en Waller, en un principio era relativamente fácil, sin contar a Jeon y a Woo y ni que hablar de Yun, pero, desde que Sara se tomó licencia por que entró en los 6 meses de embarazo, todo ha sido una tortura, ahora estaba realmente sola.

A veces podía charlar con los ancianos o con mi única amiga en ese lugar, Mi.

Finalmente, esta tarde iba a tener mi oportunidad de ejercer mi profesión.

-Quiero que organices una salida para el inicio del invierno, pero, lo que organices primero debe ser aprobado por mi o por mi hija ¿De acuerdo?

-Sí, señora, de acuerdo. -

Esa fue la conversación que sostuve con Yun hace una semana atrás, y, conociendo a estas mujeres decidí hacer un recorrido lo más cercano a sus gustos que a los míos. Fui en contra de mis principios, pero cuando tu vida y la de tu hijo depende de una anciana ortodoxa y su hija, uno debe guardarse sus principios e ideologías.

Con ayuda de Nicholas, el marido de Sara, pude alquilar un micro para llevar a todos los pacientes aptos para el recorrido. Para mi lamento, Jungkook, se había alistado para este tour.

-La vamos a pasar muy bien.- Se burló cerca de mi oído, en lo que contaba a cada paciente.

-¿Qué haces tú aquí?

-Soy apto para estas salidas grupales, ¿Qué sucede, te incomodo?- Me coqueteaba tomando una de mis manos.

-Solo, no lo arruines. Porque me odies a mí, no significa que se lo debas arruinar a los demás, estas personas esperan este paseo por meses.

-Lo que tú digas, muñeca.- Soberbio, volteo y se montó en el micro.

El recorrido era sencillo, iban a ser en su mayoría parques y palacios. El itinerario incluía:

Plaza Gwanghwamoon

Palacio Gyeongkkung

Casa azul

Sarangchae

Parque Tapgol

Arroyo Cheonggyecheon

Realmente los quería llevar a la torre de Seúl, pero Yun me lo prohibió por si alguien entraba en pánico por la altura. Y, como no soy experta, preferí no discutirle, al fin y al cabo, sabe más que yo.

Nada raro sucedió en todo el paseo. Solo las actitudes de Jeon me molestaban, mientras yo intentaba hacer del recorrido algo entretenido, dinámico y con alguna enseñanza, él hacía gestos despectivos a mi trabajo, como bostezar con muchísimas ganas. Pero, como pude notar, eso le divertía a Woo, esos dos tenían algo, era seguro y juntos eran un peligro para mi.

Mis sospechas se confirmaron cuando llegamos al Parque Tapgol y paramos para almorzar. Estaba sentada bajo un árbol, junto a los demás a los que les di algunas hojas y colores para que dibujaran, cuando veo como Woo y Jeon se alejaban del grupo, riéndose cómplices hacia quien sabe dónde.

No quería darle importancia, pero me estaba realmente molestando, me molestaba que se burlaran de mi trabajo y si me llegaban a ocasionar algún problema, no podría sacar más a nadie a pasear, e incluso podrían despedirme; pero que digo, si es lo que ese par busca.

-¿En qué piensas Venecia?- Me sacó de mis pensamientos Mi.

-No, en nada.- Le respondí aun mirando en la dirección en que ese par se marchó.

-Jungkook es muy atractivo.

-¿Cómo?- Le preguntó, esta vez mirándola fijo, tratado de comprender que me quiso decir.

-Entiendo que estés enamorada, todas lo estamos. - Se rió tímidamente. - Pero esta con Choi Ji Woo. Ella siempre se pone de novia con algún paciente. El año pasado estaba con Hyung... ¿Dónde estará Hyung?- Algo la distrajo y volvió a su dibujo.

-¿Quién es Hyung?- Le pregunté. Pero ella había vuelto a su mundo.

Me quede pensando en eso el resto de la tarde. Cuando nos estábamos marchando hacia nuestro último destino aparecieron, de entre los árboles.

-Llegan tarde.-

-Vamos Vene, no estés celosa.- Dijo, tomando mi barbilla y con ese gesto de Playboy típico de Jeon.- Tu eres la única que tiene mi corazón.- Dijo seguido de una risa burlona.- Igual, te ves bonita enojada.- Y esto fue lo último de veneno que largo de sus labios, sus húmedos y rosados labios. Para luego, sorprenderme con un beso lento en la comisura de los mios.

Joder, se me erizo la piel, me tensé y estoy segura de que lo notó. Ahora Jeon JungKook sabe que provoca en mí.

Finalmente llegamos al arroyo, nuestra última parada. Aquí, decidí, bueno, decidí está mal dicho, mi jefa me obligo a leerles fragmentos de la biblia. Así que los senté frente a mí, y decidí vivir esta humillación y recitarle fragmentos bíblicos.

Otra vez Woo se había marchado, pero esta vez no con Jeon, así que me tranquilicé. Hasta que, al realizar un paneo de todos los presentes, note que Han Min Ki, un niño con problemas motrices y retraso madurativo, no estaba con nosotros y automáticamente, entre en pánico. Trate de mantener la calma y buscar a Woo por todos lados, pero en ningún lugar se encontraba.

- ¿Sucede algo? - Me preguntó Jungkook, que habrá notado en mi expresión preocupación.

-No encuentro a Ki.- Le dije suavemente al oído.

Jungkook trago saliva y mira hacia distintas direcciones. Hasta que a lo lejos escuchamos los gritos de una mujer y voy corriendo hacia esa dirección, Jungkook se quedó con el resto del grupo.

Era Ki, había caído al agua. No sabía que tan profundo era, ni que tan fría estaba, pero sin pensarlo dos veces, me lancé al arroyo para buscar al niño. Estaba realmente mareada, atontada, veía muchísimas personas, pero no distinguía rostros, era como si todo girara. Voy a por él, lo sostengo de la cintura y lo arrastró hacia la orilla. Ahora debía salir yo, pero, me sentí realmente débil. Sentía que mis músculos se tensaban y mi corazón iba mucho más lento, no tenía fuerza en las manos y sentía que se me quebraban y cuando ya no tenía fuerza para sostenerme de la orilla siento la mano de alguien sacándome del agua. Me envuelven entre brazos, eran masculinos. Levanto la vista, mis ojos estaban cristalizados por las lágrimas, la respiración se me entrecortaba. Volteé lentamente hacia mi izquierda en busca de Ki, pero él, él ya no respiraba y me dormí.

You never walk alone.-Jungkook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora