ii.

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Matteo's POV

Yo soy un chico normal de 19 años, pero no tan común que digamos. Es que cuándo yo tan solo tenia 6 años me separaron de alguien muy importante para mi y ese alguien es mi hermanita quien ahora deberia tener 17 años. Nunca supe la verdadera razon por la cual me separaron de ella pero nisiquiera me gustaria saverlo porque es muy doloroso para mi.

Después de que me separaron de mi hermana fui llevado a un orfanato donde fui adoptado por los Balsano, una familia dedicada a eso de la empresas que yo casi no entendio. En fin ahora en este momento voy camino al Blake South College cuando de pronto choque con alguien.

— Disculpa es que soy un poco distraida.— dijo la castaña de ojos verdes

— Discúlpame vos a mí — dije un poco nervioso — Eh..., disculpa, ¿cómo te llamas?

— S...soy Luna..., Luna Valente — noté un poco de nerviosismo en su voz y eso me calmo un poco ya que yo tambien estaba nervioso

— Yo soy Matteo Balsano — dije eztrechando mi mano con la suya

Nos quedamos viendo fijamente a los ojos aun con las manos eztrechadas. Está chica tenia unos ojos muy lindos color esmeralda que me hinotizaban. A decir la verdad era muy linda.

De un momento a otro llego una chica que supongo que es amiga de la castaña y asi fue como se fueron dejandome ahi paralizado

— Ey, ¿cómo estás? — dijo Gaston, mi mejor amigo

— Ey, amigo. Yo muy bien, ¿y vos? — le pregunté

— Bien... ¿Y cómo te la pasaste durante las vacaciones? ¿Alguna chica nueva? — me preguntó con cara picara

— Ey, vos sabes que ahora no quiero pensar en chicas — dije dandole un golpe en el hombro

— ¿Entonces quien era esa chica con quien hablabas? — pregunto con una leve sonrisa

— Es una chica con quien choque por acciedente nadamas — dije sincero

— ¿Y cómo se llama? — me pregunto el castaño

— Se llama Luna — suspire

— Hmm... a mi me parece que te enamoraste — dijo riendose

— No, como me voy a enamorar de ella sí ni si quiera la conozco. Aunque, no te voy a negar que es muy linda. — dije con una sonrisa

— Bueno, vamos que no tarda en sonar el timbre. — dicho eso entramos al Blake

 — dicho eso entramos al Blake

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EL DESTINO DEL AMOR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora