outro.

367 18 0
                                    

Luna's POV

Ya ha pasado un año desde el día en que fui secuestrada y mi vida va muy bien. Estoy muy contenta alado de Matteo. Si, tenemos nuestras peleas de envés en cuando, pero siempre sabemos como superar todo juntos.

¿Que ha pasado en mi vida durante este año? Pues,  nada.. solo que ahora ya me gradué del colegio al igual que Matteo y estamos planeando irnos a vivir juntos. Se que es muy  rápido, pero nosotros queremos estar juntos para así nunca poder separarnos.

En este momento estoy en mi habitación, sentada en mi cama y recordando todo lo que paso durante todo este año. Hoy tendré una salida con Matteo porque según el, me tiene que decir algo muy importante.

Me dirigí hasta el baño para darme una ducha. Cuando salí de la ducha me coloqué una toalla alrededor de mi cuerpo, cubriéndolo. Cogí otra toalla para secarme el cabello y luego me dispuse a hacer mi aseo personal.

Salí del baño y camine hasta mi ropero para buscar algo para ponerme. Me coloqué un vestido color rosa, una campera negra de cuero, y unas botas negras de cuero. Me maquille de un manera sencilla, pero atractiva y dramática a la vez.

Baje a la cocina y me encontré con mi mamá quien estaba sentada en la mesa tomándose un jugo de naranja. Cuando me vio, me sonrió y se levanto de la mesa para luego caminar hacia mi y darme un fuerte abrazo.

— Mi niña ya está creciendo — dijo separándose del abrazo y fingiendo que estaba llorando

— Ay, Mama, no te me vayas a poner sentimental ahora. Tienes que aceptar que estoy creciendo. — dije riendo

— Bueno...  ya lo se, pero ¿a donde vas tan arreglada? — pregunto con una sonrisa pícara

— Matteo me invito a salir así que voy con el. — dije bajando la cabeza ya que me había sonrojado

— Me da mucho gusto verte tan feliz. Matteo es un buen chico y se ve que te ama. — dijo poniendo su mano en mi hombro

— Sí, lo sé. Lo amo tanto y me hace muy feliz estar con él. — dije soltando un suspiro

— ¿Y qué han pensado sobre el tema de irse a vivir juntos? ¿Lo van a hacer? — pregunto intrigada

— No hemos hablado de eso, pero supongo que hoy lo haremos ya que el me dijo que me tiene que preguntar algo muy importante. — dije con sonrisa

— Bueno, entonces te deseo mucha suerte, hija. — dijo sonriéndome

— Gracias, mamá. La necesitaré. Te quiero mucho. — dije caminando hacia la puerta

— Yo también, hija. — dicho esto, me fui de ahí en dirección a donde Matteo me había citado

•••

Iba caminando a pasos lentos. Mis nervios me estaban matando. No se porque estoy tan nerviosa si lo que me va a preguntar no es nada malo, ¿o si? ¡No, no! Tengo que pensar positivo. Capaz que sea algo muy bueno.

Seguí caminando hasta llegar al lugar donde Matteo me había citado. Era una plaza muy linda con muchas flores alrededor. Me volteé y lo vi a el ahí, sentado detrás de un árbol.

Caminé hacia el con unos nervios que se notaban que aquí hasta China. Me senté a su lado y el solo me miro y me regalo una sonrisa a lo que yo hice lo mismo.

Nos encontrábamos sentados bajo un árbol, tomados de la mano y mirando el cielo. Nadie decía nada, pero no era un silencio incómodo, era algo muy lindo. No quisiera que momentos así a su lado acabaran nunca.

— Que loca es la vida, ¿no? — dije volteándome para poder mirarlo

— ¿Por qué lo decís? — me preguntó mirándome

— Aún no puedo creer que estemos así, juntos. A pesar de tantos problemas y personas que se pusieron en nuestro camino siempre supimos como superarlo todo. No me imagino estar un instante mas sin ti, Matteo. — dije acariciando su mejilla

— Yo pienso lo mismo. No puedo estar ni un instante mas sin ti y por eso te quiero hacer una pregunta muy importante. - dijo sacando una cajita y abriéndola, dejando ver un anillo de diamantes — ¿Aceptarías casarte conmigo? Por favor acepta, mi amor. Quiero que seas mi esposa, la madre de mis hijos. Quiero despertar a tu lado y ver ese hermoso rostro todas las mañanas. Quiero ser yo esa persona que te haga feliz por el resto de tu vida. Te amo tanto y no sabes cuanto. Llegaste a mi vida de una manera inexplicable y me hiciste sentir cosas que nunca antes había sentido. Vos me haces ver la vida de manera distinta. Te amo y por eso me encantaría que aceptaras casarte conmigo. ¿Que decís? ¿Aceptas? — dijo con los ojos cristalizados

— Claro que aceptó casarme contigo. Eres el amor de mi vida, Matteo. Eres lo mejor que me ha pasado en la vida. Gracias a ti aprendí a amar, tu me enseñaste que es el amor de verdad. Y si esto es lo que el destino quiere para mi pues este será mi destino. Te amo con todo mi corazón, Matteo. — dije dándole un corto beso en los labios

— Este es nuestro destino. Este es El Destino Del Amor. — dijimos al unísono para luego fundirnos en un hermoso beso

FIN

—n;

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—n;

EL DESTINO DEL AMOR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora