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Llego el día tan esperado, presentar los TIMO'S, todos estaban en el gran comedor separados en bandas individuales con exámenes de casi cuatro páginas, para su buena suerte, Evan había estudiado mucho sobre transformaciones ya que era necesario para hacer el cambio a animago y pudo terminar el examen en menos tiempo del planeado. Así que lo reviso unas dos veces verificando que todo estuviera correcto.

—¿Qué demonios está pasando?—preguntó Umbridge que era la que vigilaba los exámenes, avanzó hacia la entrada por varios ruidos que se podían oír

Pero antes de que llegará aparecieron los gemelos Weasley lanzando varios fuegos artificiales, todos se levantaron de sus asientos viendo el espectáculo de colores que había en el salón.

—Les ordenó que paren—dijo molesta Umbridge tratando de esquivar las luces que iban hacia ella

—¿Listo Fred?—preguntó George a su gemelo

—Listo—lanzaron una botella al techo y apareció un gran dragón, todos retrocedieron por que la criatura comenzó a perseguir a Umbridge hasta salir del gran comedor, para después lanzar muchos pequeños fuegos artificiales hacia los decretos desapareciéndolos en un dos por tres

Todos los alumnos de Hogwarts salieron detrás de los gemelos por la gran travesura que acaban de hacer, incluido Evan, creo que ese era la primera vez que lo veía sonreír desde que pasó todo lo de los mortifagos. Los gemelos siguieron con su espectáculo de luces, pero vio de reojo como sus amigos se agrupaban para después entrar al castillo.

—Van al ministerio—susurró Evan al darse cuenta que el segundo plan de Voldemort comenzaba a ponerse en marcha

También se alejó de ahí, pero con dirección al bosque prohibido, tenía que ir allá, esa era la orden que recibió, se transformó para dirigirse al ministerio sin antes camuflajearse para que los muggles no lo vieran.

Cuando llego era de noche, y pudo ver en un callejón a su padre así que avanzó con cuidado.

—¿Creen que Black está aquí?—dijo con su característico tono frío

—No deben tardar en llegar—Lucius pasó a lado de él

—Perfecto—Lucius se puso sus guantes y sacó algo de su saco—. El señor tenebroso me dio esto para ti, un regalo por tu cooperación

Le dio la caja para después entrar al ministerio, Evan no quería ser parte de eso, así que se quedó fuera.

—Por mi cooperación—repitió con odio y abrió la caja, pero al ver lo que había adentro se sorprendió—. ¿Un giratiempo?

Sacó el pequeño aparato de la caja y lo tomo con ambas manos observándolo, nunca había visto uno de esos. Bueno, algo saco de eso, se lo puso también en el cuello junto a la cadena de Sirius y escucho pasos cerca de donde estaba, se transformó para tener mejor visión en la oscuridad y vio que los chicos habían llegado.

"Espero no arrepentirme por esto"

Pensó el chico antes de seguir a todos adentro del ministerio. Entró y con pequeños pero rápidos pasos avanzaron entre las columnas buscando hacia donde demonios se habían ido, pero no encontró nada.

"Genial"

Siguió avanzando sin rumbo por un pasillo demasiado oscuro, pero que tal vez lo llevaría a donde sea que hayan ido todos los demás, pero en vez de eso llegó a una puerta grande y café, y para abrirla tuvo que regresar a su forma original. Vio varias rocas y un arco en medio del lugar.

—¿Dónde demonios estoy?—se preguntó a sí mismo pero luego escucho varios pasos y gritos acercándose, tenía que actuar rápido, sacó su varita y se golpeó la cabeza con la punta—. ¡Desilusionador!

Y comenzó a cambiar de color a lo que estaba cerca de él, ayudando a camuflajearse, se escondió detrás de una roca y vio como los chicos aparecían corriendo por sus vidas.

—¿De verdad creyeron que unos niños podían vencernos?. —Lucius apareció con los demás mortifagos que habían atrapado a los chicos—. Dame la profecía y tus amigos quedarán libres

Harry dudó un poco, pero sacó de su chaqueta una esfera azul y se la dio a Lucius, pero segundos después unas luces blancas aparecieron del arco y salió de ahí salió Sirius.

—Deja en paz a mi ahijado. —le dio un golpe y Lucius soltó la profecía haciendo que se rompiera

Las luces comenzaron a salir apareciendo los señores Weasley, Moody y Lupin atacando a los mortifagos.

—¡Avada Kedavra!. —se escuchó a Bellatrix lanzar el maleficio, y Evan se levantó buscando a quien se lo había lanzado

—¡Noooo!—grito al ver que fue a Sirius a quien atacó, salió de ahí lo más rápido que pudo y se puso a lado de Harry—. Sirius—susurró con lágrimas en sus ojos

—Lamentó no poder cumplir mi promesa. —fue lo último que dijo antes de desaparecer

—¡Llevenselo de aquí!—grito Lucius a uno de los mortifagos, tomó a Evan del brazo y lo lanzó sin compasión—. Ya sabes a donde llevarlo

El mortifago asintió y se lo llevo sin decir nada más, Evan no podía pensar nada más que...

Sirius Black está muerto

Los gemelos Malfoy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora