Los gemelos Malfoy

28

—Sean bienvenidos a otro año en Hogwarts—saludó Dumbledore—. Me alegra recibir al profesor Lupin quien ha accedido a ser el profesor de defensa contra las artes oscuras. —todos aplaudieron cuando el profesor se levantó para presentarse

—Claro, por eso te dio el chocolate Harry—dijo Hermione

—Potter—lo llamó Draco y Harry volteó—. ¿Te desmayaste?—preguntó sin creerlo—. ¿Te desmayaste Potter?

—Déjalo en paz Draco. —Evan hizo que Harry regresará la vista a la mesa de Gryffindor

—Por fortuna, me alegra informar que la materia cuidado de criaturas mágicas, será impartida por nuestro guardabosques, Rubeus Hagrid. —todos los Gryffindors festejaron más el anuncio de Dumbledore—. Finalmente algo que no me alegra mucho anunciar, por orden del ministerio, Hogwarts será custodiada por los dementores de Azkaban

—¿Qué?—dijo Evan sin creer lo que escuchaba

—Los dementores estarán en cada entrada, aunque me aseguraron que su presencia no interrumpirá las actividades, tengan cuidado. —y el banquete dio inicio, pero después de esa noticia, a Evan se le fue el apetito

Todas las casas salieron del gran comedor para dirigirse a sus salas comunes, los Gryffindors subieron las escaleras, pero había algo que no los dejaba entrar.

—¿Qué ocurre?—preguntó Evan subiendo con los demás a la entrada de la sala común

—Fortuna Major—pronunció la contraseña Percy, pero la señora gorda seguía con su intento de "canto"

—Esperen un minuto. —interrumpió la señora a Percy, tomó su copa de cristal y comenzó a cantar notas altas para romper la copa, al ver que no podía la estrelló con la pared—. ¿Vieron eso? Y fue mi voz—dijo emocionada

—Fortuna Mayor—repitió Percy

—Ahg está bien, entren. —la puerta se abrió dejando entrar a los Gryffindors

—Es increíble que siga con eso—bromeó Harry cuando llegaron al cuarto

—No sabe cantar. —siguió la broma Evan

—Vean esto. —Neville sacó una caja de dulces y se comió una imitando a un elefante

—Asombroso. —todos tomaron una y Ron imitó a un león

—Te toca Evan—dijo Harry y Evan comió la suya imitando a un mono, causando la risa de todos en el cuarto para seguir con una guerra de almohadas voladoras

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—Bienvenidos mis niños, hoy descubrirán el noble arte de la adivinación—dijo la profesora Trelawney—. En este curso estudiaremos la teceomancia que es la lectura de las hojas de té, quiero que tomen la taza de su compañero de al lado

A Evan le había tocado con Neville así que tomó su taza tratando de descifrar lo que decía.

—¿Tú abuelo está bien?—preguntó a Neville

—Creo que si—respondió inseguro

—Dame la taza. —Evan le dio la taza de Neville y lo miro con pena—. Oh lástima

Neville tomó su taza y Evan vio la suya, tuvo que ponerse una mano en la boca para ahogar el grito que iba a dar por lo que ahí había... Era la marca tenebrosa.