Préstame un poco de tu aire.

Préstame un poco de tu aire olor a café

Me posé sobre la mesa de aquel café, sólo para poder verte mejor, 
Quería presenciar tus bellas mejillas rosadas, tus labios levemente gruesos, 
Que hacían conjunto con tus hoyuelos, parecía que, 
Cual conjunto de ropa que se combina para resaltar una al lado de la otra, 
Tus ojos y tu nariz hacían un juego. 
Todo tu bello rostro era una pintura donde cada pincelada resaltase a la otra y ésta a la siguiente,

Estaba en la barra de aquel café hasta que entraste,
Me encontraba a mitad de fila te podía detallar cada vez más cuando entraste y pasaste al lado mío con tus amigas,
Que a pesar de que eran bonitas, no se comparaban contigo,

Tuve que levantarme y acercarme a ti, no podía por un segundo dejar de verte,
Me adentre en un torbellino de pensamientos indecentes,
Te veía encima de la mesa abierta a todo tipo de escenas y de piernas,
Te veía jugando por mi cuerpo como si nunca hubieras visto un hombre antes,

Te imaginaba limpiando la crema para el café de mi miembro,
Soy un fanático del café, pero más fanatismo agarre hacia ti,
Quiero que me mires, y me disfrutes como lo haces con tu bebida,
Disfrutaré de ti como lo hago con la mía,
Quiero ponerte en tantas posiciones como tipos de café hay en este lugar, 

Quiero recorrer cada espacio de tu cuerpo con mi lengua y dejarte la esencia del capuchino,
Que me hagas tener la calentura de un expreso,
Que me hagas alcanzar tu corazón con el late y late más rápido del mismo,
Hazme eléctrico, no me hagas bajar el ritmo con tu cafeína,
Nada de descafeinado, quiero estar para largo contigo,

Hagamos de todo un poco, de la barra a los asientos grupales,
Pasemos al sofá, muy cómodo que me hace indispensable para la mejor ocasión de nuestra vida, tu aroma es tan dulce, tan excitante, tanto como el café de este lugar,

Quiero robarte un beso que con cada taza que te bebas me recuerdes,
Sólo soy un simple chico que no sabe cómo acercarse a ti,
Pero si supieras lo que sé hacer y las ganas que tengo de poseerte me darías la oportunidad,
Me retiraré del lugar echando una última mirada a tu bella cara,
Y mandándote un café a tu mesa, ¿Cómo se llamaba? Orgasmo de cafeína.