Préstame un poco de tu aire para que me guíe en la oscuridad

52 3 1
                                    


Mientras nos posamos en aquella cama,
Sin rastro de luz más que el que logra atravesar la cortina de la habitación proveniente de la luna, puedo, limitantemente ver tu cuerpo, desnudo,
tus ojos que brillan como antorchas llenas de deseo,
Pidiéndome a grite que haga que arda cada vez más,
Hasta que se consuma por completo el deseo carnal que te invade,


Decidí que mis ojos no tienen valor en este encuentro,
Sólo somos tú y yo y el roce de nuestros cuerpos,
Mis manos me guían llevándome a cualquier parte de tu cuerpo,
Tan desconocido, pero tan familiar,
Que siento que pudiese recorrerlo sólo con mi boca y en la incógnita saber a dónde llegar,


¿Qué te hace ser tan tú? Esa pregunta siempre me la hago, me explico, te veo,
Te conozco y puedo llegar a la conclusión de que eres una de las personas más dulces con las que he convivido,
Pero con ninguna de ellas he tenido un deseo sexual tan fuerte que contigo,
Tiene un aura que me invade, que me quiere dominar,
Me dice: ¡Tómame ahora! Hazme tuya y devorémonos,
Aunque quiero que sepas que yo voy a ganar,


Hoy, en esta oscuridad, mis sentidos se agudizan,
Mi mente cambia y puedo entender como aquel dulce,
Es el único que me quiero comer,
Me muestras un mundo tan placentero cuando te mueves,
Cuando me siento indefenso porque no tengo a dónde ver cuando te mueves,
Si tus labios besarán mi boca, mi cuello, mi ombligo o mi miembro que está como tus ganas, a más no poder,


Voy a deslizar mis manos por todo tu abdomen,
Buscando cualquier signo de debilidad,
Que te tenga a mis pies, que te haga sentir débil, que te haga pedir más placer,
Mientras estás encima de mí, besarte en la boca, que mis manos recorran tu espalda,
Pasar por tus nalgas, manosearlas como si no hubiera un mañana,
Y que tus piernas contraídas hagan que tus labios tengan roce con mi pene,


Estimular cada parte de tu cuerpo, torneado, mordisquear tu oído suavemente, besar tus pechos, acariciar tus brazos, hacer que tengas un orgasmo sin tener que penetrarte, donde el silencio sólo se quiebre de tus gemidos, déjame hacerte mía sin verte, proclamarte como territorio explorado en un mapa donde no sé dónde se encuentra,


Quiero estar tan dentro de ti, en casi todos tus sentidos,
Que después de hoy, cuando el viento te sople, sientas mi aliento,
Cuando alguien te toque sientas mis manos pasando por todo tu cuerpo,
que cuando otro te bese le grites mi nombre de la excitación,


Quiero que me veas hasta cuando parpadeas,
Aunque en su magnitud, veas la sombra levemente alumbrada por aquella luz de luna,
Que te poseyó en todo su período,
Que te hizo suyo en la oscuridad.

Préstame un poco de tu aire.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora