Préstame un poco de tu aire.

Préstame un poco de tu aire melancólico

Eres mi belleza más delicada,
La que me acompaña y me equilibra,
Cuando pierdo la cordura,
Tu voz es mi cura,

Tenerte tan cerca en esas noches,
Cuando me abrazabas y me dabas calor,
Sentir que me oyes,
Era para mí lo más preciado,

Me parecía tan vago el hecho de que te vayas,
Lo creía poco probable,
Pensé que me querías lo suficiente siempre estar,
Pero creer no me asegura que te quedes,

Nuestro amor duro siete estaciones,
Dos primaveras, Dos veranos, un invierno y un otoño y medio,
Los recuerdo tan bien,
Puedo plasmarlos sin que se me escape detalle de alguno,

En primavera,
Surcamos el cielo, volamos con nuestras alas,
Con el aleteo de uno era el impulso del otro,
Era divertido ver como nuestro cariño se veía tan grande ante los demás,

Las flores parecían pequeñas esponjas,
Cada vez que nos veían brillaban como nosotros estando juntos,
Parece difícil de creer,
Pero más complicado era ya no tenerte acariciándome,

Los veranos,
Plasmábamos sonrisas, noches de fantasías,
Los días más calurosos no se comparaban a nuestra calentura,
A nuestras noches de pasión y locura,

Nos fuimos en un viajes donde no había barreras,
Nos unimos de tal manera,
Sólo Romero y Julieta podrían ser nuestros interpretes
En la obra de nuestro amor, de nuestra pasión, sí, la nuestra...

Invierno,
Siendo la estación más fría, eran donde había más calor en nuestra casa,
La excusa perfecta para abrazarte y tenerte cerca todo el día,
Los vidrios se empañaban cuando nos besábamos y se transmitía el calor,

Tus gemidos eran más exquisitos que los villancicos,
Sentarme en la fogata era más placentero que cualquier otra cosa,
Me gustaba mucho tomar chocolate caliente,
Pero mejor era cuando ese sabor lo sentía en tu boca

Y otoño,
Dulce y melancólico otoño,
Alegre y agrio recuerdo,
El mejor placer para sufrir,

¡Contradictorio! ¿verdad?

El primer otoño fue mágico,
Exótico porque ya se avecinaba el frió,
El color amarillento de las hojas
Sólo se comparaba a tu ojos ámbar,

Donde en los lugares que habitábamos cambiaban,
El mismo parque agarraba una textura diferente,
No era rara, era especial,
Tortuosa de encontrar, un recuerdo difícil de tener,

¡Ah! Pero el truco está en el segundo otoño,

Ese otoño donde la esencia se destruye,
la conexión se quiebra y los cables hacen corto circuito,
Decías que ya no era el mismo, que mi amor del tuyo huye,
Dejando la confianza de pareja por la lógica incoherente,

Te fuiste una noche sin pleno aviso,
Me abandonaste en el despecho a un lado del abismo,
Esperabas que saltase y me dirigiese a ti,
Rogando de rodillas que volvieses a mí,

Pero no, te equivocas,
Soy un escritor y plasmo mis sentimientos en papel,
Como los mil y un poemas que te dedique,
Lo mismo haré con tu ruptura, nuestra historia, mi verdadero amor y tus falsas ilusiones,

Me duele, no lo niego,
Yo si te amé.
Pero no pretendo menospreciarme,
Ni por ti ni por nadie,

Gocé el tiempo que estuvimos juntos y espero que tú igual,
Te plasmo lo último que sabrás de ti por mí,
Acariciaré los bellos momentos juntos, ese buen vivir,
Antes de que entre estas líneas te deje ir.