PARTE 1: ¿Biografía atentada por La Tragedia?

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Ella era de la década del 00’, nada emocionante, sacando las millones de tragedias que llegaron a nivel internacional en esos primeros años…

Tenía ocho años cuando su vida cambió radicalmente, para muchos la muerte de una mascota no es tanto como la de un ser humano pero Ella se sintió muy afectada cuando, en muy pocos meses, perdió a tres seres queridos. ¿Golpe bajo?, ¡claro que sí!, creo que nadie quiere terminar un día de fiesta enterándote que tu primera mascota se terminó muriendo porque se calló de cabeza. ¡Una gata de casi un año!, ¡Se supone que caen parados, es injusto! “-La vida es Injusta-” diría su profesor de Biología.

Luego, ese mismo año, se mudo a su casa, alejándose y abandonando su Hogar. Lo bueno de todo esto, en ese entonces, era que no vería más a su abuela materna que tanto odiaba sin ninguna razón. Ella creía que era porque nunca se pudo acostumbrar a vivir con Elena, su abuela, y terminaba tratándola mal desde pequeña, se supone que las nietas aman a sus abuelas pero esta niña no, es más una vez la hizo llorar, ¡maldita arpía!.

Luego de la mudanza logró encontrarse en paz consigo misma y con su abuela, la visitaba seguido y le decía que la quería y le pedía perdón por todo lo que le había hecho y Elena lloraba de alegría, o eso creía Ella, porque ahora podía estar en paz con su nieta.

¿Qué pasó?, Elena muere al año en un horrible hospital a causa de una enfermedad en los órganos que Ella nunca logró comprender. Y para colmo su madre sufre un accidente de tránsito, nada alarmante, pero esa vida agitada que llevaba su madre le iba a dar vuelta con el karma dos años después.

 Mientras su abuela estaba internada, a causa de todos los sedantes que le daban para poder hacer todas las cirugías restantes, Rosa, la madre de Ella e hija de Elena, contrató a una mujer para que la cuidara mientras ella o su hermano no estuvieran con su madre.

Se llamaba Miriam, tenía tres años menos que Rosa, tal vez unos cuarenta y seis años. Era una buena mujer, se podía verlo a través de sus ojos color café que había sufrido mucho a lo largo de su vida. Miriam era muy hermosa, según ella era gorda pero ¿el cuerpo perfecto existe?, para Ella era solo un invento comercial. Era de estatura mediana y su cabello original era negro pero se lo teñía de color Chocolate.

Lo que más le gustaba de Miriam era su forma de enfrentar las cosas, ella había sufrido mucho a lo largo de su vida, había tenido un marido que aparentaba ser otra persona mientras la engañaba con otra mujer mucho más joven que ella. Tenía cuatro hijas y ocho nietos, demasiado joven para ser abuela y haber sufrido tanto, pero Miriam era una luchadora y la amaba por eso, cuando su madre faltó Ella siempre recurría a Miriam para lo que fuese y la consideraba una Madre De Corazón.

Cuando Rosa todavía vivía, luego de la muerte de su madre, le dio a Miriam una casa para que pudiera vivir, ya que ella quería mudarse de la vivienda de su hija  porque no quería ser una carga para esta, y como el sueldo que le daban era poco e injusto, Rosa, literalmente, la obligó a irse a vivir a lo que antes era el Hogar de Ella, no le molestaba, es más le gustaba la idea de que alguien, que se lo merecía, habitara una casa tan hermosa en donde había pasado los mejores años de su vida y sabía que Miriam la iba a cuidar mejor que nunca. Miriam no era una tragedia, es más, sería la suerte que golpearía a su puerta...

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