30 de septiembre de 2018
11:43 p.m-Creo que deberías de ir a el doctor de nuevo, en serio no te ves nada bien.
DongHae había terminado la tercera caja de analgésicos esa semana.
¿Qué sí era preocupante?
Sí, lo era.
Pero realmente no le importaba, no es como si de un día a otro él fuera a recuperarse, sólo iba a empeorar a partir de ahora. Lo sabía.
-Lo llamare más tarde, ahora vamos.
Jung Soo le había prometido un día de compras y lo tendría fuera lo que fuera.
DongHae había retomado el gusto a todas esas pequeñas cosas, tocar su antiguo piano y volver a tomar fotografías.
Quedarse en casa de su hermano los fines de semana, salir a jugar baloncesto con YeSung y KangIn.Apreciaba el más mínimo detalle de las cosas.
1:34 p.m
Algo estaba jodidamente mal.
Le dio otro mordisco a la hamburguesa que comía, pero nada, podía sentirla en su boca, pero el sabor no estaba ahí, era tan insípida.
-¿Hay algo mal?- pregunto el castaño frente a él.
-No, no.
Tomó el bote de salsa de tomate y cubrió gran parte de la hamburguesa. Aún nada.
Se atrevió a meter uno de sus dedos en el pequeño botecillo de la mostaza y probarlo directamente. Sin sentir ese fuerte picor en su lengua.Algo estaba malditamente mal.
6:02 p.m
Una vez llego a su apartamento corrió hacia su cocina, probó desde crema batida hasta cucharadas de café.
Ni una mierda de diferencia.
Su lengua estaba jodida.
Podía decir que esperaba varias cosas después de saber que estaba enfermo ¿Pero que nada sepa bien?
Lee no le dijo nada de éso.
Frunció el ceño sintiéndose estúpido, Lee no tenia culpa de nada. Él ni siquiera le había preguntado algo acerca del tema.
Regresó a su lugar todos los alimentos que había sacado, su estómago lo odiaría mas tarde. Caminó con desdén a su habitación, un baño caliente serviría muy bien.
Trastabillo un poco cuando un fuerte mareo se hizo presente, todo en su baño daba vueltas, se aferró fuertemente a las llaves de su regadera hasta que pudiera estar bien estable sobre sus pies.
Sintió la bilis subir por su garganta y las lágrimas escocer en sus ojos.
Su regadera se convirtió en un asco.
Limpió todo rastro de éso y continuó bañándose, sus manos y todo su cuerpo se sentía como un fideo.
Se deslizó con cuidado aferrándose a la pared para no resbalarse y morir de un golpe en la cabeza.
Tomó su teléfono de entre su ropa y busco el número de HyukJae.
-¿Hola?
DongHae se alegró de escuchar la suave voz al otro lado de la línea, tuvo miedo a que el médico no contestara la llamada porque desconociera el número.
- Hyuk Jae.
-¿DongHae?
-Sí, yo... Yo sólo lo llamaba.- Un pequeño sollozo escapó de sus labios. Era frustrante. Malditamente frustrante que no supiera que estaba pasando y pasaría con él.
-¿Dónde estás?