CAPÍTULO 14: Dereck es muy afortunado.

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POV KASSIA:

Alex y Georgina por fin se habían ido de mi casa, estaba ayudando a mi mamá a limpiar los trastes cuando Brenda me llamó para pedirme el número de Dereck casi a gritos, supuse que era para el anuario, ella prometió explicármelo luego.

Mamá me había obligado ponerme ropa formal, el vestido rojo que traía me estaba matando por completo pero al menos pude disfrutar el rostro de Alex al verme con aquel atuendo.

Fui a mi habitación decidida a ponerme algo más cómodo luego de ayudar a mi madre con los deberes.

Abrí la puerta para luego cerrarla tras de mí con seguro y me dirigí velozmente al  espejo gigantesco que tenía en la pared, instintivamente sonreí al ver mi reflejo, debía admitir que este vestido me favorecía mucho, y por el rostro de Alex sabía bien que el también se había dado cuenta de ese detalle.

Estaba dispuesta a comenzar a sacarme los tacones cuando un golpe en la puerta corrediza de mi balcón hizo que me detenga, puse un gesto extraño y decidí ir a averiguar.

Mi puerta era de vidrio por lo que tenía una cortina cubriendola.

El ruido volvió a hacerse presente pero ésta vez era más preciso como una mano golpeando.

— ¿Qué? — susurré para mí muy confundida.

Corrí lentamente la blanca tela que cubría el vidrio y lo que me encontré me dejó estupefacta.

Abrí velozmente la puerta corrediza para darle paso al viento frío del atardecer.

— ¿Cómo llegaste aquí? — susurré para que mi madre no me oyera  tanto sorprendida como asustada al ver a Jaden en el balcón de mi habitación.

— Deberías quitar la escalera que tienes en tu jardín — respondió con una sonrisa.

Me asomé hacía el jardín y efectivamente la escalera que usaba el personal que mi madre contrataba para cortar las hojas de los árboles Jaden la había usado de medio para subir.

— No es gracioso — le reclamé — ¿Por qué estas aquí? — pregunté aún sorprendida.

Él quitó su sonrisa y me mostró una profunda mirada seria.

— Debemos hablar — su voz cambió a un tono similar a su rostro — Y pues tú me estás evitando, así que este es el único medio que se me ocurrió.

— ¿Eso quiere decir que si alguien no quiere hablarte vas y subes a su habitación como un ladrón? — fruncí el ceño.

— Se podría decir que solo lo hago con las personas que me importa — me tomó de la mano y la llevó a sus labios dejándome un beso sin despegar su mirada de mis ojos.

— ¡Ya basta! — le recriminé apartando mi mano de la suya — Últimamente te estás portando raro, calmate — Jaden no era nada cariñoso, era el más cretino del mundo, y no exageraba al decirlo, por eso me sorprendía su extraño comportamiento, jamás era así conmigo, incluso me solía tratar mal y burlarse de mí — ¿Todo esto es por pena verdad? ¿Por qué Alex me engañó? — terminé por deducir.

— ¿Qué? ¡No! — rodó los ojos — Creo que tú eres la que debería calmarse, vamos a hablar — su cabeza señalo a la habitación — Pasemos, esos tacones deben estar matándote — sonrió.

No más Latidos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora