Capítulo 4

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Ella, aunque no pareciera, era, es, y será la persona más fuerte que he conocido.

Un día, llego al instituto con un yeso en la pierna. Nadie se lo firmó.

Ningún «Recupérate pronto», «Te amamos, cuídate» o «La próxima mira antes de cruzar la calle, boba». 

No sé si nadie firmó el yeso porque no querían o porque ella no dejaba que nadie se le acercara con un marcador.

¿Será que tiene fobia a la tinta? No lo creo, siempre escribe con un viejo bolígrafo de tinta roja... Tal vez le tenga fobia a los marcadores solamente, aunque no creo que exista tal fobia.

Todos murmuraban cuando entró caminando lentamente. Al parecer, nadie la miraba antes de hablar de ella. O siquiera la ayudaban con sus libros.

Pero no tengo derecho a hablar, porque yo tampoco lo hice.

Cien lugares donde hallarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora