Sangre

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Narra Keyla

La verdad es que el instituto era bastante común, aunque es la primera vez que voy a compartir con gente de mi edad ya que siempre he tenido profesores particulares para que no me distrajera de mis entrenamientos, así que se puede decir que está es para mi también una nueva experiencia pero supongo que no ha de ser tan malo.

Iba tan metida en mis pensamientos que no me di cuenta cuando ya había llegado a la oficina del director, agradezco mi buen sentido de la ubicación si no me hubiera perdido seguro.
Justo cuando iba a tocar a la puerta esta se abre dejando ver a un hombre como de unos treinta y cinco años sonriente y bastante ansioso o nervioso la verdad no se, supongo que el debe debe ser el director que tanto insistía en que me transfieran aquí y no a al instituto que está en la reserva.

- Mucho gusto Srt. Swan es un placer tenerla en esta humilde institución - * dijo aquel hombre bastante entusiasmado *

No estaba mal el director, aunque me extraña que sea director siendo tan joven además no es una profesión que la gente ame, pero bueno quién soy yo para juzgarlo.

- Un placer Sr. Director, esperó no haber llegado muy tarde a su oficina para la orientación - * le respondí al director con una sonrisa *

- Para nada Srt. Swan, justo tenía planeado ir a recibirla para que no se perdiera de camino a mi oficina, pero veo que es usted muy capaz y era innecesario ir a buscarla - * me respondió el director con una extraña sonrisa de fascinación *

Abrió la puerta de su oficina ampliamente indicándome que entrara para dar comienzo a la orientación sobre el instituto.

Después de que me explicara amablemente todo lo que debería saber sobre el instituto se ofreció a escoltarme hacia mi primera clase, a lo cual no pude negarme por educación.

Tal parece que voy a estar en la misma clase que mi odiosa hermana mayor Isabella, solo espero que no se apegue ami porque no conoce a nadie o que ande de introvertida como siempre.

Narra Edward

Estaba en clase de biología como siempre, aburrido de los pensamientos lujuriosos de las chicas y los celos de los chicos, me encantaría encontrar a la persona que haga callar los pensamientos de los demás, aquella a la que tante he estado esperando y seguiré esperando hasta encontrarla, aunque no lo parezca aveces creó que estoy destinado a pasar mi eternidad solo.

Salgo de mis ya monótonos pensamientos cuando una de las chicas nuevas entra a la clase, a paso lento y sin apartar su mirada de encima mío va pasando por el ventilador, haciendo que me llegue el olor de su sangre, la cual me resulta inevitablemente tentadora, tengo ganas de saltarle directamente a la yugular, pero me logro controlar e ignoro su nada disimulada mirada de ¿amor? Por mi.

Se iba a sentar junto a mí pero fui más rápido y acomodé mi bolso en el asiento disponible a mi lado a propósito mandándole una indirecta según yo bastante directa con una mirada de odio por hacerme desear tanto drenarla por completo.

Se fue a sentar junto a un rubio a lo lejos no sin antes mirarme con ¿tristeza?, la clase iba a empezar hasta que...................

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Espero que les haya gustado, lamento la demora enserio

Esta semana publicare por lo menos dos capítulos mas.

Una Swan DiferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora