Parte 2

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Sus captores se hacían llamar serpens. Eran una raza en extinción que buscaban mujeres por toda la galaxia con las que serían compatibles para reproducirse. Las hembras de su especie eran cada vez menos y los serpens no estaban dispuestos a extinguirse.

Escucho otra serie de pasos. Levanto la vista y vio acercarse a una de las hembras. Tenía los mismos ojos amarillos y el tono de piel morado. La única forma de saber que era una hembra era porque tenía pechos. No había podido encontrar otras diferencias.

- Se ha confirmado – susurro la mujer – La humana no es capaz de reproducirse con nuestros hombres. Si lo intentáramos sería una tortura para ella. El semen que producen los machos la destrozaría por dentro. Se desangraría y el dolor sería horrible.

- Es inútil para nosotros. Va a morir de todas formas y siento curiosidad.

- Alto – susurro la mujer- No lo permitiré. Tengo otro propósito para ella.

- ¿Necesitamos más esclavos?

- No. Vamos a venderla a los vulpes, es probable que no sean compatibles para reproducirse, pero sexualmente no sería mortal entregarla a uno de ellos.

- ¿Y crees que eso es menos cruel que entregármela a mi? Son repugnantes, horribles.

- Pero ellos no la mataran – afirmó la hembra – además su anatomía es parecida a la de sus machos. A ella no debería resultarle tan repulsivo.

El hombre soltó un bufido. Cleo sintió sus ojos en ella.

- Ella tiene la piel clara y poco pelo. Además, es muy pequeña en comparación con ellos. Ellos tienen la piel oscura, con musculosos y de pelo largo.

- No importa ya he hablado de esto con el consejo, están de acuerdo. Lleva a todas las hembras humanas a una de las lanzaderas. La llevaremos con los vulpes.

Vulpes Warriors #Wattys2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora