【Blog】 † Vali Lucifer †
❝Soy descendiente del Rey Demonio Lucifer de la generación anterior, quien murió en la guerra...
Sin embargo, soy un hijo de sangre mixta, nacido de un hombre que era el nieto del Rey Demonio original y una mujer humana.
Obtu...
El mayor se encontraba parado en medio de un sin fin de cadáveres humanos y demonios renegados. Todos desmembrados por parte del estómago, teniendo de igual manera un círculo de órganos que lo rodeaban.
Su vestimenta era la de siempre, sólo que decorada de manera maravillosa por la sangre humana y demoníaca que se extendía por todo el pasto.
Aquél delicioso elixir carmín era más que notorio y fuerte, podría notarse a varios kilómetros a la redonda por alguien. Pero eso no podía ser posible, la única razón: Había acabado con toda existencia que se hayaba alrededor y en varios kilómetros más, teniendo por resultado el escenario putrefacto.
Por ende el maravilloso líquido carmín manchaba su rostro, manos y vestimenta. No habia usado un artefacto para matarlos a todos durante las horas que estuvo allí, al contrario, los despedazó con sus propias manos.
Entre el hermoso escenario se veía a una persona viva intentando huir, justamente un crío carcomido por la desesperación y miedo intentaba escapar de su única perdición.
Como único error cometido pisó un órgano que lejos se hallaba, provocando que la sangre se esparciera y manchara su pie izquierdo, y sin más emitió un grito de terror. Grave error.
Rápidamente fue atravesado por una mano, el plateado claramente lo había matado en ese momento por intentar huir de su persona, tan pintada del líquido que apreciaba en cada fuerte batalla que tenía.
El corazón del infante estaba rodando sin parar, tuvo el mejor castigo que recibió en toda su inútil y cochina existencia. Ya era innecesario tener su mano adentro, por lo que simplemente la sacó y dejó tirado el inerte cuerpo del humano.
─ Nee~ nfu... pero que idiota~ ─Soltó con burla, teniendo un tono de completa satisfacción al ver el gran espectáculo que formó con sus prodigiosas manos, iría por más, no estaba satisfecho con lo que hizo en ese extenso pueblo.
Parecía que se había excitado con tan sólo ver el escenario sangriento y putrefacto en el que se encontraba parado.
Y...
Quien se atreviera a acercarse terminaría más muerto que su misma alma.
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