Un nuevo hogar

640 24 0
                                    


Luego de varias horas de caminar por el bosque sin rumbo, con los primeros rayos del Sol alumbrando el cielo, Dalia se encuentra con una gran pared de hojas que disimulan el hecho de que un camino secreto se oculta
detrás de ellas.
Al llegar al final del camino y pasar a través de unos grandes arbustos de moras, admira sorprendida la inmensa torre que se extiende enfrente de ella.
Árboles frutales, flores de todos colores y una pequeña cascada rodean una torre gris, hecha de ladrillos, de aproximadamente 150 metros de altura.

Dalia visualiza la entrada de la torre, y con la niña en brazos entra a ella.

Lo primero que ve al abrir la puerta es obscuridad. Al no tener ventanas en la parte inferior de la torre, no entra ni un solo rayo de sol al interior de ésta.
A tientas, sube por las escaleras que encuentra a unos metros de ella. Al terminar de subir en lo que parece una eternidad, se encuentra con una pequeña sala que tiene una chimenea, unos sofás gastados y una pequeña mesa de centro, con un enorme balcón al frente.
– ¿Hay alguien aquí? – pregunta Dalia.
Al no oír respuesta, se dispone a registrar las dos habitaciones que se encuentran a los laterales de la torre. Ambas cuentan con una cama, una mesita de noche, un ropero de madera gastado y unas velas apagadas.
Acto seguido sale de las habitaciones y se dirige hacia lo que parece ser la cocina, donde encuentra varios cerillos con los cuales prende las velas.
– Bueno Rapunzel – susurra dirigiéndose hacia la bebé dormida, mientras esboza una sonrisa – este será nuestro nuevo hogar.

La otra historia de RapunzelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora