MJ •Spider-Man/Peter Parker•

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Despierto por los gritos de mi madre. Me incorporo y me siento en la cama. Mis pies rozan con la alfombra bajo mi cama. Observo hacia la ventana, el día está muy nublado y tiene pinta de empezar a llover.

A mi madre no le sentó nada bien el divorcio. Huecos en el cielo, destrucción masiva, delincuencia, vengadores... Era la peor ciudad para vivir. Queens era precioso, un lugar perfecto para hacer fotos. Todos los días pasaba algo con los vengadores, siempre estaban de aquí para allá, patrullando.

Me pongo una sudadera y un pantalón y voy hacia la cocina. Mi madre y mi tía están sentadas en el sofá, hablando. Me dirijo hacia un estante y cojo un bol, echo los cereales y me voy a mi habitación. Me siento en el escritorio y pongo el ordenador sobre mis piernas.

~Mary Jane Watson 15/04~

Cojo un pendrive y paso el archivo. Me dirijo hacia el estudio y lo imprimo. Me quedo observando como la tinta se impregna en el papel y me quedo pensando en como será la vida aquí, si es que salimos vivas mi madre y yo. El primer día, cuando estábamos en el puente de la Calle 59, hubo un ataque. Los vengadores arrasaron con todo y murieron siete personas. Yo y mi madre, por suerte, no nos pasó nada, eso sí, nadie vino a "salvarnos". Tuve que arrastrar a mi madre lejos del puente para que estuviese a salvo, la muy tonta se había parado a echarle fotos a los "héroes".

Saco los papeles de la impresora y les pongo una grapa. Los guardo en mi mochila y me la cuelgo a la espalda. Paso por el recibidor y salgo por la puerta. De camino al instituto me coloco mis auriculares y me encaminé calle abajo.

El Instituto Midtown o más conocido como STEM, es bastante más cutre de lo que creía. La gente hablaba muy bien de este instituto y de la cantidad de puertas que te abre por ser un instituto aplicado a las ciencias, tecnologías, ingeniería y matemáticas. Mucha gente me dice, "cómo puede ser que te cojan en ese instituto, si es para personas intelectuales". Realmente no me gusta estudiar, pero sé que necesito estudiar mucho para tener un buen futuro.

Cuando llego al instituto, lo primero que hago es ir a dirección para recoger las llaves de la taquilla y el horario. Me dirijo hacia la taquilla y meto los libros que no voy a utilizar, cierro y me voy hacia mi primera clase. Al entrar, paso totalmente desapercibida - por suerte - y dejo el papel que imprimí esta mañana sobre la mesa del profesor. Me doy la vuelta y me siento en una de las sillas del medio. A mi lado se encuentra un chica rubia de ojos azules.

-Hola, me llamo Gwen, ¿tú eres la nueva, no?- dice la rubia.

-Em... Sí, me llamo Mary Jane, pero me puedes llamar MJ- digo extendiendo mi mano frente a ella, la cual estrecha amablemente.

-Quería decirte que si estás muy interesada en las actividades extraescolares puedes llamarme, soy la jefa del consejo de estudiantes y llevo los horarios- me dice extendiendo un papel sobre mi mesa. Lo observo un momento y veo que tienen muchas actividades interesantes.

-Oh, claro, me encantaría apuntarme al club de fotografía- digo mientras saco mis cosas.

-Bueno, en ese caso ten, aquí tienes mi número, por si necesitas algo- dice mientras apunta en un pequeño papel. Me lo entrega y lo guardo en el bolsillo trasero de mi pantalón.

Las clases se han basado en charlas con esa muchacha tan simpática. En la hora del almuerzo, Gwen me ha acompañado al comedor y me ha enseñado un poco el instituto. También me ha estado hablando un poco sobre la gente de aquí y sobre ella. Me ha parecido una chica muy interesante y estudiosa.

En la clase de bioquímica, Gwen no ha parado de hablar sobre cosas científicas que yo no comprendía. Me he estado fijando en que la mayoría de chicos de la clase la miraban como perros falderos. Gwen me había comentado que los chicos de este instituto son muy pesados y egocéntricos, y que en estos años, ella no había salido con nadie porque todos eran unos imbéciles de cajón. También me había comentado que le gusta un chico de nuestra clase, un tal "Peter". Entre charla y charla me contó que más de una vez le había insinuado que le gustaba, pero él no se daba cuenta.

Después de llegar a casa, dejé las llaves y me dirigí al frigo y metí al microondas la comida. Cuando terminé, lavé mi plato y subí a mi habitación.

La tarde se basó en deberes y música. Cuando calló la noche me dirigí al closet, saqué mi pijama y me metí a la ducha. Después de un rato, salí y me vestí en mi habitación. No me di cuenta de que la ventana estaba abierta hasta que dirigí la mirada hacia ella y vi al vecino mirándome. Me tapé con lo que pude y cerré las cortinas, no sin antes pegar un grito. Una vez vestida, vuelvo a abrir las cortinas y lo veo ahí parado, con los ojos como platos y un leve sonrrojo en sus mejillas.

-¿¡DE QUÉ VAS!? ¿¡NO SABES LO QUE ES LA PRIVACIDAD?!- grito furiosa.

-Y-yo... N-no q-quería... L-lo s-siento...- dice.

-¡ERES UN PERVERTIDO! ¡QUE ASCO!- digo cerrando las cortinas de nuevo. Ahora que lo veo más de cerca, me resulta familiar...

Decido olvidar lo de hace un momento y bajo a cenar, me encuentro con mi madre y mi tía Anna, las cuales están hablando animadamente en la cocina.

-¿Cariño, quieres que pidamos algo para cenar?- pregunta mi madre.

-¿Qué tal si pedimos en Lennie's? Gwen me ha dicho que la comida está muy buena ahí-

-¿Gwen? ¿La hija del jefe?- pregunta mi tía.

-Em... Sí, supongo...- digo insegura.

-Está bien, ¿que quieres?-

-¿Stuffed Shrimp?- pregunto.

-Esta bien...- dice mi madre rendida.

Pongo la mesa y me recuesto en el sofá. Enciendo la tele y pongo Netflix. Veinte minutos más tarde nos sentamos a la mesa. La cena se basó en bromas, risas y anécdotas de mi tía. Cuando acabamos de cenar, recogemos la mesa y me voy a mi habitación. Al entrar noto que la ventana sigue abierta, por lo que me dirijo a cerrarla. Al acercarme a ella observo al mismo chico de antes, sentado en el marco, observando las estrellas. Me quedo un rato mirándolo, intentando averiguar de dónde lo conozco. De repente, el chico gira la cabeza hacia mí y nos quedamos mirándonos, como si intentáramos recordar dónde nos hemos visto. Indignada por lo de hace unas horas cierro la ventana y me voy a dormir.