Capitulo 8

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Los niños se pusieron extraños, me dijeron que mantuviera el silencio y que me aferrara a ellos. Temia lo peor. Pude ver unas sombras en el reflejo del vidrio de aquella ventana y juro que en ese momento crei que iba a morirme, por ellos, por mis dos hijos. Tomaron sus manos y las mias y sin dejar de mirar la ventana salimos de la habitacion. Luna cerro lentamente la puerta. Francisca y su madre aparecieron en el pasillo y se detuvieron al vernos fuera de la habitacion. Mateo les hizo un gesto para que se quedaran en silencio y se agacharan de la misma manera que nosotros lo hicimos. Cuando tocamos el suelo, Mateo miro a su hermana y ella asintio. Miro la luz por un segundo y parpadeo dos veces, haciendo que la luz se cortara en toda la casa

Al tocar con todo el cuerpo el suelo, los niños comenzaron arrastrarse hasta donde estaba su abuela y su tia, también agachadas esperando por nosotros. En eso, se escucho un ruido, la ventana de la habitacion de los niños habia sido abierta y pude escuchar perfectamente los pasos de varias personas en la habitacion. Luna me dijo que me apresurara, que ellos estaban adentro. 

-Son los Uri -Dijo Mateo susurrando- 

Me apure y alcanzamos a Francisca, para bajar a la sala y ponernos a salvo. 

-Tenemos que salir de aqui -Dije

-Saldremos por la puerta de atrás, seguramente tiene todo el frente rodeado

-Están por todos lados -Dijo Luna - Puedo olerlos a todos

-Debemos escapar por el conducto que preparamos con tus hermanos

-Cierto. Vengan

Seguimos a Francisca y a los demás hasta el supuesto conducto de salida subterráneo, cuando estábamos entrando escuchamos un estallido que venia de la parte de arriba. Podíamos sentir mas y mas pasos, creo que ahora si estamos mas que en problemas. Luna y Mateo iban adelante de todo con su abuela, Francisca cerro y sello el paso para que nadie nos siguiera. Teníamos que irnos. Pero algo iba a interrumpir nuestra huida. Los niños se detuvieron, habia algo sobre ellos que molestaba. 

-Hay uno que nos puede oler como nosotros a ellos. Deténganse -Dijo Mateo-

Todos nos quedamos en su lugar, pero hubo un temblor en el lugar, y la tierra comenzó a caer sobre ellos. Me desespere, cuando una mano paso y tomo del cuello a mi niña. 

-¡Luna! -Grite desesperada-

-¡No! -Grito Mateo y tomo la mano de su hermana- 

-Malditos niños. Están causando mucho problemas -Levanto una de sus manos- ¡Pero yo voy acabar con ustedes! 

En eso, pegue un grito desesperado y pude escuchar un ruido extraño, el vampiro soltó a Luna quien cayo al suelo y pudo volver a respirar. Tome a mis niños entre mis brazos y los sostuve con fuerza, cuando en eso, escuche un rechinido seguido de algo que se quebraba en miles de pedazos. No podia moverme, no quiero que le hagan nada a mis niños. Senti una mano en mi hombro y comence a gritar desesperada.

-¡DEJA A MI HIJOS! -Grite-

-Mama..

-¡Dejalos! ¡Son mios! 

-¡Annabella! -Grito-

La voz me trajo millones de recuerdos. Mi heroe, el heroe de mis hijos era.. era el. 

I want you, Dracula TERMINADAWhere stories live. Discover now