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El aroma a alcohol y desinfectante que estaba presente en el aire, le causaba incomodidad y deseos de querer irse del bendito hospital pero no se le permitían hasta que las heridas de gravedad sanarán y pudiesen analizar el porqué la bala anuladora no había hecho efecto en el. Por más que le preguntasen el seguiría diciendo que no sabe nada al respecto, que no tiene ni idea de que rayos pasaba con su sangre

¿Como rayos iba a decir que literalmente su sangre podía ser veneno puro? Ni el lo alcanzaba a comprender del todo

En esos instantes Enji maldecia y despotricaba contra esa maldita víbora, no pudo heredarle otra cosa pero bueno no diría nada dado que gracias a ello su Quirk no se vio afectado por ello, al contrario fue como refrescante no tener Quirk por unos momentos, en donde pudo dejar de lado el auto control que desde hace años ya traía con el

En una lejana infancia el había deseado no tener Quirk, llevar una vida normal y si acaso seguir viviendo con su familia

Aunque sabía su vida jamás sería calma o tranquila, nunca lo fue y jamás lo sería, sólo había que ver en retrospectiva y el presente, admitía había cometido errores horribles y su egoísmo con respecto a sus "Ideales propios" le había cegado, tarde se dio cuenta

Más nunca era tarde para cambiar

Con incomodidad movió sus dedos, los estiraba y contraia, sentía como cada articulación tronaba. Enji maldijo eso, solo había sido el shock que su cuerpo tuvo por la sangre que "actuó" y por el excesivo sobre esfuerzo que hizo... Entregó más de si de lo que imaginaba

—¿Me estas escuchando Papá?

La voz de su hija le sacó de sus pensamientos y que girarse a ver le por fin. Fuyumi estaba sentada en una silla aún lado de su camilla y ya estaba sujetando su mano... Ese tacto realmente le hacía recordar... No quería eso

—no, disculpa hija —se excuso con sinceridad queriendo retirar su mano de ese suave agarre

Le traía recuerdos que debían quedarse en el olvido, muy en lo profundo de sus memorias

—no hay problema Papá, debe ser difícil que estes aquí ya que no te agradan los hospitales —admitio con diversión la albina entrelazando sus dedos con la mano de su Padre aún con la sutil resistencia de el, como siempre quiso hacerlo desde niña— ¿Hay algo que podamos hacer para siquiera alegrarte un poco tu estadía aquí?

El mayor frunció el ceño, hasta las palabras y voz de su hija... Se parecía tanto a ella

—sacarme de aquí sería una excelente opción por ejemplo —tercio el devolviendo el apretón con su mano izquierda que sujetaba su hija y casi puro jurar que sintió la sonrisa de ella

¿Como no se dio cuenta de que tenía una hija tan maravillosa? Oh sí, era tan egolatra e imbecil hasta hace unos meses que no podía mirar más allá de su estúpido objetivo

—eso no se puede por el momento Papá, debes permanecer aquí unos dias—se justifico la muchacha albina sonriendo alegre— pero puedo venir más seguido y convencer a Hawks de que te deje dormir solo por unas noches

La mención de su compañero le hizo sentir un extraño latido en el pecho que asocio al aún dolor que sentia por la herida de su ojo izquierdo. Enji aún no podía asegurar cómo se sentía al respecto, es decir que casi perdia un ojo pero aún estaba vivo eso era bueno ¿o no?

Quería creerlo, la verdad que si

La albina al ver esa expresión en el rostro de su Padre sintió su pecho oprimirse dolorosamente, sentía que había algo más allá de esa expresión perdida que el demostraba en ciertos momentos lejos de esa mirada que decía "Aléjate de mi si no quieres que te incinere" y el habitual ceño fruncido, había algo detrás que le agobiaba y le preocupaba. Fuyumi lo sabía, era como un presentimiento

Rame...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora