Rame...

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—¿¡Hasta cuando pensabas decirme esto?! —escucho el grito tan fuerte y alto que no creyó que fuera ella— ¡¿Es que acaso no te interesa tu familia?! Con un Demonio... N-nunca signifique a-algo para ti

Los gritos se filtraba hasta su habitación, las paredes no lograban detener los insistentes gritos que desde el despacho se vienen escuchando desde hace horas, insultos, verdades y dolor. Nunca pensó en realidad que el su mayor ejemplo a seguir fuese así... Tan malo

“Serás igual de grande que yo Campeón, seras un héroe grande... El número uno”

Esas palabras se derrumban con tanta lentitud que le desespero, su ansiedad subía a niveles horrendos que a la justas podía soportar, nunca antes había sentido su garganta tan obstruida por la voz que no dejaba salir... No quería

No quería que eso volviera a suceder

Ya no... No... No

—tranquilo hermanito —susurra con voz temblorosa— t-todo estará bien... En-Chan todo estará bien

El menor se niega a alzar la vista, mantiene sus ojos cerrados con fuerza y sus manos sujetando su cabeza... De nuevo eso estaba ahí

Esas maldita peleas

La gemela mayor hacia un intento de que dejase de llorar pero todo era inútil desde las dos de la madrugada los gritos levantaron a su hermano menor que entre hípeos de oculto en su habitación que era la más alejada de todas. Sadāshi apretó sus puños al ver como su hermano sollozaba en silencio, sintió la mayor impotencia de su corta vida y como su desquebrajado corazón latía dolorosamente

Habían hecho llorar a su hermanito, el no lloraba con facilidad y nadie más que ella tenia el derecho de hacer lo porqué ella lo hacía con fines de hacerle reír hasta llorar

—t-tengo miedo hermana —susurro con voz quebrada el pelirrojo menor de edad alzando por fin su cabeza mirando a su hermana frente a él de pie. Enji hizo un intento por no llorar más pero le era imposible a sus cinco años nunca había escuchado tantas groserías juntas y palabras hirientes— ¿R-realmente s-soy u-un inútil?

La gemela detuvo en su garganta el grito de odio que deseaba aflorar de los más profundo de su ser, su hermano no era un inútil. No era un inútil. Sadāshi inhalo y exhala tratando de recuperar la calma, ella debía ser la que sostuviera a Enji, que no le dejase caer de nuevo, que lo protegiera... Ella era la mayor y debía hacerlo

Sin importar los obstáculos

Se arrodillo frente a su hermano menor quedándose frente a frente observando de cerca como los ojos azules de el estaban cristalizados y rojos, tal vez por tanto llorar, incluso sus parpados estaban ligeramente hinchados dándole un aspecto algo curioso y divertido. Sadāshi no contuvo el soltar una risa rota que dolía, con sus manos limpio las lágrimas de las mejillas rojas de Enji

—tranquilo En-chan, estoy aquí... Siempre estaré aquí —aseguro la mayor juntando su frente con la de su hermano viendo como por fin los ojos apagados e irritados de su hermanito por fin brillaban— N-no llores... Debes ser fuerte... Debemos ser fuertes para progeter a mamá

Las palabras tranquilizadoras de la gemela mujer tranquilizaron un poco al menor que por fin podía respirar con normalidad luego de horas de estar llorando... Quizás todo mejoraría