Capítulo 4: No era lo que esperaba

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Esa mañana me levanté con los ojos muy hinchados, no había dejado de llorar en toda la noche, no podía parar de darle vueltas a la cabeza una y otra vez pensando que me estaba empezando a enamorar de la persona que mató a mi madre, tan sólo hacia hoy exactamente un año, no estaba bien.

No quería levantarme así que me quedé acostada hasta muy tarde y Sergio no quiso molestarme, lo sé porque si no hubiese subido a darme los buenos días seguro, cuando me decidí a levantarme eran más de las dos, bajé y Sergio no estaba imaginé que estaría haciendo surf, salí al porche y lo comprobé y sí allí estaba, entré a los dos minutos, no tenía hambre así que no comí nada, me quedé en el sofá viendo una película para ver si me animaría pero en ese momento la película que veía no es que animara mucho la verdad, la quité a la mitad supongo que no quería saber cómo terminaba, Sergio debió darse cuenta de que estaba despierta entró en casa:

-No comes, No duermes, Y todo por mi culpa…

-No ha sido tu culpa, claro que no ¿De dónde has sacado eso?.

-Si yo no te hubiera presentado a Hugo tal vez tu ahora mismo estarías disfrutando de tu verano como nunca.

-Sergio mi madre está muerta, y eso no va a cambiar por mucho que queramos, yo desde que no está conmigo no sé ni quién soy, y la poca fuerza que me quedaba para seguir adelante sin saber qué o quién soy se terminó ayer en un paso de peatones.

- Le grité.

-¿Y ya está? ¿Vas a dejar que todo se termine aquí? Gin, no conozco a nadie como tú, fue encontrarte y mi vida dio un giro de 360 grados; tu fuerza, tus ganas, tu aguante, tu sonrisa, todo eso es lo que yo echo de menos ahora, y sí, tienes razón, no va a volver por más que queramos, pero tú tampoco puedes irte porque estas viva y si ni siquiera vas a intentarlo, yo tampoco Gin.

Sin darme cuenta nos separamos él se fue arriba y yo acabé en la roca de la playa hasta bastante tarde a eso de las seis vi a Hugo en la playa y corrí hasta la puerta de casa, tomé aliento y entré, vi una maleta en la entrada y llame a Sergio confundida sin saber que pasaba, bajó deprisa con otra maleta en la mano y una mochila que siempre llevaba;

-Sergio ¿y esas maletas?.

-Me voy Gin, ya te lo he dicho si no vas a intentarlo yo no voy a quedarme aquí a ver cómo te hundes.

-Sergio no te vayas por favor, no puedes irte, tienes toda la razón, tengo que intentarlo y lo haré pero no puedo hacerlo sola, no puedo seguir adelante sola.

Me miró, suspiró, soltó las maletas y me abrazó, me abrazó como nunca lo había hecho, me sentí muy bien y con los ojos llorosos sonreí; Le pedí que fuésemos a algún sitio esa noche, no quería quedarme en casa, él asintió, subió sus maletas y volvió a deshacerlas.

Subí me preparé y nos fuimos, me llevó a cenar y después estuvimos en la playa de arriba abajo unas seis veces, ya se veía amaneces, se nos hizo bastante tarde y volviendo a casa encontramos a Hugo en la puerta, me esperaba pero yo no quería hablar con él, no podía mirarle a los ojos, mire al suelo y le susurré a Sergio, con su sonrisa como siempre, que estaba ahí, le cambio la cara,  según nos acercábamos al porche, nos vio venir y bajó deprisa y se acercó, me agarró de la mano y yo la solté, no quería verle ni escucharle tan sólo olvidarle y no me lo ponía fácil, Sergio dio un paso por delante de mí;

-Vete Hugo, no quiere nada ni hablar ni siquiera verte asique mejor que te vayas… por favor.

-Sólo necesito hablar con ella, explicarme, explicarte todo Gin.

-Yo no quiero, Hugo vete, de verdad no hay nada que hacer…; Sergio vamos dentro por favor…

Entramos dentro y Hugo se fue, no sabía qué hacer, no quería hacer nada en verdad, sentía que no podría volver a mirarle con los mismos ojos que esa noche.

Supuse que Sergio querría descansar y me metí en mi cuarto con la guitarra y los cascos.

Holaa a todos: hace un año que empezé esta historia pero nunca la acabé y me he comprometido a acabarla espero que cada vez vaya leyendo más gente mi historia.

(Se que la portada esta mal) La voy a cambiar.

Besos: Lau♥

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