Por dios que bueno está.
Se sentó justo en frente de su hermano y rápidamente pude apreciar el parecido que tenían. Obviamente Jake me era familiar pero extrañamente Derek también.
De todos modos, realmente apetecible.
—Bien, ahora os traigo las copas— Les guiñé un ojo y me dirigí hacia la barra.
—Hacia unos días que Derek no pisaba el local, aprovecha— Comentó Tania mientras me ayudaba a rellenar las copas de cerveza.
—Bffff sin duda es el que esta mejor de todos, pero todos están tan bien— Ni siquiera pensé lo que dije—No me importaría hacer una orgia con todos ellos.
—¿Te importa si me uno?— Dijo Tania con sonrisa picara.
—La verdad es que no— Se sonrojó.
Agarré la bandeja con mucho cuidado y llevé las siete medianas hasta su mesa.
¡¿Siete cervezas?!
Fue un milagro que no se me cayeran.
—Aquí tenéis— Repartí las cervezas.
Cada vez que me agachaba para dejar una copa sentía todas las miradas en mi escote. Eso me hacia sentir poderosa aunque a la vez vulnerable.
—Gracias Carmín— Jake me lanzó una sonrisa, se la devolví.
—Vaya, vaya, ¿Te llamas Carmín?— Comentó el chico de pelo negro y ojos color hierba.
—Podría ser, no quiso decirme su nombre— Jake me miró con aire de superioridad.
—Así que ya os conocíais, ¿Por qué no nos hablaste de ella?—Mencionó el rubio pelirrojo.
Ahí me paré, dejé de escuchar la conversación que estaban teniendo sobre mí ya que una mirada en especial logró captar por completo mi atención.
Justo después del comentario de Jake sobre mi supuesto nombre Derek dejó caer su mirada sobre mí. Me miraba con un aire de misterio, cómo si quisiera averiguar algo. Esos ojos me envolvieron. Aquello era extraño, se sentía bastante incomodo pero mi curiosidad no me permitía retirar mi vista de la suya. Justo cuando creía que mis nervios no podían estar más a flor de piel retiró su vista delicadamente, cosa que agradecí.
—Bueno, ¿Queréis algo más?— Posé el boli sobre el papel esperando una respuesta, pero negaron con la cabeza—Pues bien, si necesitáis algo más ya sabéis donde estoy— Les dediqué una tímida sonrisa y volví a la barra.
Entonces entré en la cocina, donde se encontraba Tania.
—¿Qué tal ha ido?— Se recostó encima de la encimera cruzando los brazos dándome una excelente vista de su escote.
Vaya tetas..
—Bien— Respondí sin poder apartar mi vista.
—Oye he estado pensado... ¿Te apetecería hacer algo mañana? Es fiesta así que no tendremos que venir a trabajar.
Me quedé impactada, pero logré reaccionar rápidamente mirándola a los ojos.
—¡Claro!, ¿Por qué no?— No pude disimular mi sorpresa—¿Dónde quedamos?
—¿Qué te parece en la plaza Rumby a las cuatro y media?—Ocultó una parte de su cara con su pelo naranja, imagino que le daría algo de vergüenza.
—Perfecto— Esbocé una pequeña sonrisa.
De repente Greg irrumpió en la sala trayendo consigo una montaña de platos sucios.
—¿Qué hacéis aquí chicas, no deberíais estar en la barra junto a Roxy?— Se puso a lavar los platos.
—Sisi, e-estábamos comentando lo borrachos que se van a poner los chicos de la mesa cinco, ¿Ya salíamos verdad Kayla?— Entonces Tania me miró para que la ayudase a salir ilesa de aquella situación.
—Tiene razón Greg, solo estábamos tomándonos un pequeño descanso ya que no había nadie a quién atender— Le sonreí.
Greg nos miró confuso, como si le hubiéramos explicado mas de la cuenta ya que era lo que habíamos hecho. Tania y yo salimos a lo que llamamos el "salón" del local. Localicé a Jake y a sus acompañantes, a todos, menos a Derek. Entonces choqué con alguien y caí al suelo.
—Lo siento— Extendió su mano para que pudiese levantarme.
—N-no pasa nada— Cogí su mano y me puse de pie.
Y ahí estaba.
—¿Andabas buscando algo?— Me miró fijamente a los ojos, tenía un aire misterioso muy atractivo.
—No, solo andaba distraída a ver si alguien necesitaba que le atendiese, nada más— Podía contemplar la diferencia de altura que había entre nosotros— Deberías volver a tu mesa, parece que te estas perdiendo toda la diversión.
—No lo creo—Sus ojos penetraron mi mirada, estábamos muy cerca— O tal vez si, quién sabe, voy a ir a descubrirlo— Esbozó una sonrisa y se dirigió hacia su mesa.
Inconscientemente me mordí el labio, ¿Qué tienes, Derek Petterson?
—Kayla, ¿Podrías llevar esto a la mesa dos?—Tania llevaba dos bandejas, me dio la impresión de que estaba celosa pero decidí no prestarle demasiada atención a ese detalle ya que solo eran suposiciones mías.
—Claro— Agarré la bandeja.
Me dirigí hacia la mesa dos donde se encontraba una joven pareja, adorables.
—Aquí tenéis— Les dirigí una sonrisa.
—Muchas gracias— Me dedicó una sonrisa, que mona.
Entonces me alejé y giré mi cabeza por ultima vez, pude ver como el chico le daba de comer, hacían una pareja lindísima.
Entonces mi cabeza se llenó de pensamientos como "Una pareja que yo jamás lograré formar con alguien" "Yo jamás podré estar con una persona en una relación seria y delicada" "Solo me importa el sexo, solo me querrán por eso"
Me entristecí.
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El diario de una ninfómana
Teen FictionHola, me llamo Kayla Herdrich, y si, soy ninfómana. Podreis pensar en mi persona de muchas formas distintas, pero, recuerden; no juzguen un libro por su portada. ¿Mi situación? Soy una simple camarera de 19 años que trabaja en horario nocturno para...