Tantee con cuidado procurando no chocar con nada, aún en la oscuridad veía pobremente a mi alrededor, tome asiento en el sofá a esperar a Shizuo.
Desde el gran ventanal se podía observar la asombrosa vista que tenía, algunos edificios conservaban energía dándole un toque misterioso al paisaje nocturno de la ciudad
-Al parecer tenía una falla, pero no tardarán en arreglarlo- su voz resonó en la habitación. Apenas terminó de decirlo y la luz volvió iluminando todo el apartamento.
Viéndo de nueva cuenta, había muy pocos muebles para un lugar tan amplio creando eco de cualquier ruido.
Golpee el lugar junto a mí para que tomase asiento.
-Espero y estés bien y cómoda aquí
-Ah sí, seguro. De nuevo gracias por dejarme quedar
-No hay de qué- se quedó callado unos segundos -¿por qué decidiste dejar tu ciudad y venir a un sitio tan bullicioso
como este?
-Quería conocer el mundo, pero por ahora me conformaré con Tokyo
-Cuéntame de tí
-Creo que ya dije todo lo que tenía que decir la vez anterior, por qué no mejor me hablas de tí, no conozco mucho de tí
-Estas en mi casa, aquí están todos mis secretos
-Buen punto
Cuento más tiempo pasaba con el, más me gustaba. No solo era guapo, era también divertido y estaba interesado en mí. ¿Cuánto tiempo había transcurrido desde que me sentía así de bien junto a un hombre? Se sentía bien estar junto a él.
-No suelo decirlo a las personas, aunque lo descubren por sí mismas, mi hermano es actor
-¿Un actor de teatro?
-No, más bien de películas. Diablos (T/N) con todo el tiempo que te me quedas viendo, ya deberías de haberte dado cuenta- tomó una pose más relajada mientras se reía -No importa. ¿Qué de tu familia?
-Mi familia es bastante normal, mi padre es policía y mi madre se hace cargo del negocio familiar
-¿Qué hacen?
-Son aguas termales. Desde que murió mi abuela mi madre ha estado a cargo. Y yo no quería estar confiada en un pueblo tan pequeño
-Yo quisiera dejar esta ciudad e irme a un lugar solitario
-¿Te unirás a un monasterio? Ya quisiera verte calvo- ambos reímos
-No, pero no me desagrada la idea. Quisiera ir a un lugar donde pueda alejarme de todo
-Sería un poco deprimente, este año hice más amistades que en toda mi vida en Sapporo. Izaya dice que no es sano para un humano estar tanto tiempo solo- me miró con el ceño frumdido, claramente enfadado
-Ten cuidado con él. No puedo alejarte de él, pero trátalo con precaución, no sabes cuando atacará
-¿recuerdas la primera vez que nos conocimos?- desvié el tema. Su cuerpo libero la tensión y su mirada amable volvió a ser la misma
-Lo recuerdo, nunca podré olvidarlo. Conocí a una hermosa chica ese día- tomó mi mano y el fuego que se había avivado empezó a arder aún más -¿Qué me hiciste, mujer? Desde ese día no puedo sacarte de mi cabeza.
Hubo un chisporreo entre nosotros. Era obvio lo que estaba a punto de pasar.
¿Por qué no dejarse llevar?
-Entonces bésame- ví encenderse una chispa en sus ojos mientras me jalaba contra él y apretaba sus labios en los míos. Por su forma de ser, no fue lo que esperaba. Fue un beso dulce y delicado. Sus manos acariciaban todo mi cuerpo
Era como ser besada por primera vez, cuando mi cabeza y mis emociones se enredaban con todo lo que mi cuerpo sentía. Ya no era una niña, ni Shizuo tampoco. Eran las manos de un hombre en mi cuerpo, y lo que estaban haciendo no iba a quedarse en un beso, lo sabía, ya sabía que esta noche continuaría.
Mi corazón latía con fuerza contra mi pecho, me pregunto si él podría sentirlo. No era como si fuera su primera vez. He visto a muchas chicas que se le insinúan para anular sus deudas.
Me separé un momento de él, poniendo mi palma contra su pecho -Tú corazón está acelerado. Pensé que era solo yo la que estaba entusiasmada de esto.
Sonrió de lado y empezó a desabrocharse la camisa. Tenía el pecho ancho y su abdomen aunque no estuviese muy marcado, se veía que si estaba bastante trabajado.
Me saque la ropa de encima incluyendo el sujetador, el solo me miraba detenidamente con esa chispa de deseo en los ojos.
Me besó con pasión, puso sus manos en mi cintura acercándome más a él, poco a poco comenzó a bajar pasando por mi cadera y terminar en mi muslo. Alcé la pierna rodeándolo, abrace su cuello entre mis brazos, alce la otra pierna dejando que me cargara.
Se dirigió a una habitación, abrió la puerta y me acostó sobre la cama. Metió la mano en en cajón junto a la cama y sacó un paquete metálico. Por dentro suspire de alivio porque estaba preparado. Se puso el condón y se acercó abriendo mis piernas, acariciando mis muslos, vientre y pechos. Se inclinó y tomo uno en su boca.
Para alguien como él, hubiese esperado que fuera rudo. Con sus labios tiraba suavemente. El calor comenzó a crecer mientras chupaba y lamia un pezón y luego el otro; se acomodó entre mis piernas sin entrar todavía
-Shizuo...- susurré en petición
Presionó sus labios con los míos, acaricie su su cara entretanto deslizaba su miembro en mi interior. Me quede sin aliento unos segundos.
Rodee su cadera entre mis piernas haciéndolo meterse más. Me miró sonriente y la tranquera de hacía unos momentos estaba enclipsada por la pasión.
Él empujaba con fuerza a un ritmo lento, sus manos agregaron un placer sensual cuándo deslizaban por mi cuerpo. Pase mis manos por su espalda notando que era bastante ancha, aunque no lo pareciera tenía algunos músculos marcados. Creo que nunca he tenido sexo con un hombre así de intimidante. Clavé mis uñas en su espalda sintiéndome venir. Shizuo pareció comprender eso pues aceleró el ritmo mientras besaba mi cuello.
Cuando el climax llegó me besó aún estando dentro. Salió lentamente manteniendo nuestro beso por algunos segundos más.
Se tumbó a lado rodeándome con un brazo, estando exhausta me recosté sobre su pecho. Él dulcemente acarició mi cabello y beso mi frente.
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Too Much (Shizuo x Lectora)
FanfictionIkebukuro, este lugar es todo menos normal. Motocicletas relinchando, mafiosos, maquinas expendedoras volando, pandillas, jinetes si cabeza. Si no quieres aburrirte, ven a este barrio de Tokio. Es lo que yo hice. Han pasado mas cosas en los últimos...