Capítulo 2

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Ya era bastante tarde y apenas estaba guardando mis cosas. Cómo es habitual, siempre salgo a las cuatro de la tarde del trabajo, pero esta vez, el gerente de nuestro departamento nos pidió que nos quedáramos un par de horas más, ya que se estaban atrasando los negocios debido a la ausencia de Kurosaki y algunos más, quienes resultaron heridos tras el encuentro con Shizuo.

No sólo yo, si no que mis compañeros nos tuvimos que quedar a regañadientes cinco horas más. ¿Tenernos trabajando como mulas por doce horas? Eso era explotación laboral. Tan solo espero que nos paguen estas horas extras.

A pesar de que unas cuantas personas se hayan ausentado, sus obligaciones seguían ahí por lo que tuvimos que hacernos cargo. Poco a poco la luz del día iba ocultándose entre los edificios, pintando el cielo de naranja y después de un azul oscuro con la luna iluminando el cielo.

Tras despedirme de mis compañeros, salí de la compañía a las nueve de la noche, no había comido nada desde el desayuno, así que me desvié del camino habitual a casa y fui Taishoken Honten, un restaurante conocido por vender un delicioso ramen, me sorprendió no encontrar el local a reventar de gente como siempre es. Al tomar asiento, me tomaron inmediatamente el pedido que no tardó en llegar.

Supongo que la clientela ha bajado debido al tema del asesino y a los cazas humanos (tema del que mis compañeros no paraban de hablar). Comí mi ramen tranquilamente mientras los meseros limpiaban y se preparaban para cerrar el local; al dar las diez salí rumbo a casa ya con algo en la barriga.

En Japón la inseguridad no es un tema habitual, pero aun así no quería correr riesgos, debido a la hora, era preferible usar el subterráneo, así que me encaminé a la estación de Ikebukuro.

-Disculpe- me sorprendió un hombre de lentes bien parecido vestido de traje –Llevo rato perdido, ¿Me preguntaba si podría mostrarme dónde está la oficina de correo?

-No creo siga abierta a estas horas, señor.

-Lo que sucede es que un amigo mío vive cerca de ahí y no he podido dar con el lugar.

-Puedo darle unas monedas para que llame y lo recojan, si es lo que quiere- rebusqué mi monedero entre todas las cosas dentro del bolso.

-Eres muy difícil, me lo estás complicando- su voz, antes amable desapareció. Alguien por detrás sujetó mis manos poniéndome una mascarilla, forcejeé lo más que pude, pero poco a poco me debilitaba, mis párpados se volvían cada vez más pesados hasta que se cerraron y todo quedó negro. ¿Qué es lo que me iban a hacer?

Me despertaron los zarandeos que sacudían mi cuerpo, abrí los ojos lentamente, pues aún sentía demasiado sueño. Intentaba abrir los ojos, pero mis parpados eras muy pesados, juntando fuerza por fin pude abrirlos un poco, pero seguía increíblemente cansada, quería seguir dormida.

Miré a mí alrededor, estaba en la parte de atrás de una camioneta, frente a mí, había un hombre de mediana edad, esposado al igual que yo y a un chico algunos años menor que yo, profundamente dormido.

-No conseguiremos nada con este tipo, no entiendo porque lo llevamos aun- reconocí la voz del hombre de lentes

-Sólo por si acaso, pero lo importante es la jovencita, nos darán 20% extra- respondió una tercera persona bostezando, su voz era más áspera y gangosa que la del primero -¿Por qué ha tirado la botella? Nos ha empapado- ¿Botella?

- Tengo mucho sueño

-No te duermas hasta que terminemos

-No va bien... Se me cierran los ojos

-¡Fíjate en el camino!

-Disculpen- hablo el hombre frente a mí

- ¿Qué quieres? – el hombre de voz áspera y gangosa volteó mostrando su cara. Era un poco más... Corpulento que su acompañante y de rostro más tosco.

Too Much (Shizuo x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora