He de admitir que estoy nerviosa porque se supone que hoy es mi gran cita con el fabuloso Baxter para conocerlo, podría fingir que me agrada y así perdería su interés en mí ¿Por qué no lo he aprendido todavía; que la gente entre menos puede tenerlo más lo va a desear?
Miranda me deja salir una hora antes los sábados si así lo deseo. No soy una persona abusiva y le aviso con anterioridad, no quiero perder su confianza tampoco. Noah y Bella coquetean descaradamente en mis narices, me ha mencionado algo de él pero muy mínimamente, como si intentara mantenerlo en secreto lo cual me hiere en los sentimientos.
—Noah —siseo mientras sujeto la bandeja de comida en mi cadera—. ¿Podrías llevar esto a la mesa diez por favor?
El moreno de largos rizos marrones claros asiente mientras extiende sus brazos para ayudarme. Sujeto mi cabello en una alta cola de caballo, camino de puntillas hasta llegar detrás de mi mejor amiga así que le soplo en el oído. Bella brinca en su lugar para girarse y fulminarme con sus grandes ojos.
—Se te va a caer la baba sino dejas de mirarlo —afirmo con un tono burlesco—. Tu me debes muchas explicaciones.
—No. —Niega con la cabeza coqueta—, tranquila porque toda la semana me has preguntado y si sigues así no te voy a decir nada.
—Esta bien, a ver si tu me preguntas como me fue con Baxter. —Encojo mis hombros de forma misteriosa, intentando sonar interesante.
En ese instante mi jefa palmea mi espalda un par de veces para avisarme que ahí estaba. Sonrío de oreja a oreja mostrando mis diente. Miranda de forma maternal recoge un mechón de mi cabello rebelde para dejarlo detrás de mi oído.
—Tu cita con Baxter entonces —comenta de forma coqueta, alza sus cejas de arriba-abajo— ¿Te vas a ir así?, ¿con esos jeans y sin maquillar?
—Tengo maquillaje, mis cejas sin maquillar no son muy pobladas, además este granito ya no se ve tanto. —Indico mi mejilla—.Mi prima me trajo maquillaje, antes trabajaba como maquilladora y me da algunas lecciones.
—¿Cuándo se va a casar Winter? —pregunta Miranda curiosa.
Winter como una mujer enamorada grita a los cuatro vientos el nombre de su prometida. Incluso creo que hasta invitó a mi jefa a Cancún con gastos pagados. Se imagina una boda de cuentos de hadas, con conchas que formen un camino hasta el altar, con un vestido blanco y esponjoso. Las dos van a usar vestidos y caminaran juntas a lado de sus padres. O eso es lo que esperan.
—Todavía no tienen fechas, hay cosas que deben tener mi primero —titubeo un poco nerviosa.
Claro, falta decirle a mi tío que todavía no esta de acuerdo con la orientación sexual de mi prima. Él quiere que ella tenga una familia típica, un marido y hijos. Sin que la sociedad la discrimine por aquello. Yo pienso que con comentarios como ese, jamás de va acabar la desigualdad. Sin embargo no le voy a decir cosas como esa a mi tío.
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Préstame tu felicidad
General FictionHistoria sin editar, por lo tanto, contiene errores ortográficos. He probado varías carreras universitarias y ninguna es suficiente para mí. Le tengo mucha envidia a las personas que desde niños saben lo que quieren para su vida, en cambio yo, yo si...