Homofóbico

Me gustas

Capítulo 8

"¿Harry?"

"¡Qué coincidencia! ¿Así que vives aquí?" El rizado no sabía cómo actuar, le había pillado completamente por sorpresa.

"¿Cómo sabes dónde vivo?" El oji-azul paso por su lado y se dirigió hacia los contenedores para poder tirar la basura.

Harry lo siguió y se quedó en frente de él, mirándolo a los ojos.

"Lo siento mucho, ¿vale? Se que me comporté como un completo imbécil, pero eso significa que me importas..."

Louis le interrumpió antes de que acabará de hablar.

"Espera, ¿me estás diciendo que me empezaste a gritar y básicamente llamarme puta, porque te importo? ¿A tratarme como un objeto sexual y decirme que sólo soy uno más porque te importo? Harry por favor no me hagas reír."

"¿Me dejas acabar por favor?"

"Adelante, sorpréndeme, dime que soy el amor de tu vida y que por eso me tratas como la mierda"

Harry agarró las manos de Louis con cuidado y lo miró a los ojos, de una manera que se podría llamar tierna, si el castaño no estuviera tan cabreado.

"Mira, voy a ser sincero, porque se que te lo mereces, siempre he sido un chico que utilizaba a la gente para follar o para mi propio placer, eso no te lo voy a negar, pero pongo la mano en el fuego si miento cuando te digo que me gustas y que es la primera vez que siento algo más que atracción física por alguien. Es verdad que al principio sólo te busqué para... bueno, ya sabes, pero a medida que te fui conociendo, empecé a sentir otras cosas, y tristemente, no me di cuenta hasta que me dio el ataque de celos en la cafetería, porque, joder, empezaste a hablar de la chica como si te gustara o yo que coño se."

Louis por fin levantó la mirada y le miró a los ojos.

"Dos cosas pedazo de mierda, una, claramente estaba hablando de Hannah así para darte celos, y ya veo que te los di, quizás se nos fue un poco de las manos, pero eso es otra cosa, y dos, ¿te crees que por venir a mi casa a las once de la noche, que por cierto no se cómo conseguiste la dirección, y decirme todas esas ñoñerias, voy a perdonarte?"

"No te estoy pidiendo que me perdones, porque se que es la primera vez que me gusta alguien en mucho tiempo, y no se como voy a reaccionar en un futuro a ciertas cosas, pero te puedo prometer que conmigo te lo vas a pasar como nunca, y que quizás alguna vez quieras arrancarme los pelos, pero Louis, quiero que sepas, pequeño erizo, que haré lo que sea por ver una sonrisa en tu cara todas las veces que me sean posible."

"Dios que asco me das cuando te pones lindo, creo que prefiero al Harry egocéntrico." El oji-azul intentó estar serio, pero no le funcionó, ya que se le escapó una sonrisita.

Harry soltó sus manos y se abrazó a si mismo.

"Se que no va a sonar romántico, pero hace un frío de cojones y se me están helando los huevos, ¿podemos entrar a tu casa?"

"¿No tendrás pensado quedarte, no?" Louis le miró con cara interrogante, esperando una respuesta.

"He caminado por todo Manchester sólo para venir a tu casa y pedirte perdón, literalmente tendría que caminar diez kilómetros para llegar a mi casa. ¿Puedo quedarme esta noche aquí?  Por favor, no haré ruido, nadie se enterará que estuve aquí, si es eso lo que te asusta."

"Si fuera eso lo que me asusta..." Louis susurró para si mismo.

Harry se giró hacia el y lo miró con cara extraña. "¿Dijiste algo?"

"No, sólo decía que sí, puedes quedarte, pero te tienes que ir pronto, no quiero que mis padres te vean."

"Estás hablando con un ninja, pequeño, nadie sabrá que estuve aquí."