Capítulo XIX

424 20 0
                                    

(La charla entre ellos se tornaba más amena, más sencilla; Capa roja y aquel señor se estaban conociendo mejor, tal vez no se habían dado cuenta pero estaban haciendo una pareja casi perfecta para hacer todas las cosas sucias, la noche se estaba yendo y así mismo se tenían que despedir)

(Actualidad)

(Lobo estaba tranquilo ante las nuevas acusaciones que le imponían, él sabía que todo lo que se decía estaba mal, aunque también sabía que tenía algo de verdad aquello que su viejo amigo había dicho para culparlo de el asesinato de la mujer que amaba)

Jhon.- Oye Lobo, ánimo cabrón que no pasará nada, mira vato tú estás firme que no es cierto lo que se dice, que todo es una trampa pues así será, no debes caer en provocaciones

Lobo.- Lo sé, pero también sé que soy cómplice y que tengo culpa, tal vez soy el culpable de todo lo que ha pasado y tengo que quedarme aquí para siempre

Jhon.- No digas eso cabrón, tienes que salir; sabes a pesar de todo lo malo que se dice de ti, tengo un recuerdo que al principio no quise decirlo por temor pero hay alguien que dice todo lo contrario

(Relata y recuerda)

Fue hace casi tres años de que sucedieron las cosas, mi padre salía de aquel bar a altas horas de la noche cayéndose de borracho por toda cerveza ingerida, el bar aquel estaba retirado de la casa y tenía que cruzar forzosamente algunos 500 metros de monte o más, pero a él nunca le importaba nada

Se le habían hecho recomendaciones de que ya dejara de pasar tan noche, porque la noticia de que una criatura deambulaba por aquellos lugares y que estaba sedienta de sangre; esa noche con la lluvia cayendo muy fuerte mi padre caminaba, ya dentro de aquel monte miró con horror que algo venía saliendo de allí, sus ojos amarillos llenaron de miedo a mi padre

Cuenta mi padre que la criatura se le aventó para tratar de morderlo y de pronto salió otra criatura, sólo que ésta se miraba triste, y su aspecto era de un poco más humano que la otra, su rostro era de un joven que se le quedó mirando y le dijo a mi padre:

Lobo.- Señor, es mejor que se vaya de aquí, ya es muy tarde y la lluvia no cesará; aparte es muy peligroso andar como si nada pasara

Padre.- Gracias hijo, gracias; me has salvado la vida

Lobo.- No agradezca señor que también me da sed a mí, sólo vaya a su casa y cuide a su familia; y si recuerda algo de lo que pasó... Estaba borracho

Después de aquella breve charla, mi padre siguió caminando y al voltear para ver qué pasaba, miró con asombro que aquel joven alzaba sus brazos al cielo como señal de victoria, y miraba a mi padre con ojos de coraje, para después perderse entre aquel monte

A la mañana siguiente la noticia se corría como pólvora encendida, el avistamiento de dos criaturas ya se rumoraba por el pueblo, mi padre no quiso decir una sola palabra por temor a que alguien fuera delatarlo como culpable de lo acontecido esa noche

(Deja de contar y recordar)

Jhon.- Así es mi querido Lobo, no eres malo para todos, sólo para algunos y cuando escuché que venías quise verlo con mis propios ojos, y al verte llegar lo único que quise hacer es darte las gracias por haber salvado a mi padre aquella noche, tal vez no lo recuerdas; pero él te recordó hasta el último día de su existencia

Lobo.- Oh lo siento Jhon, y creo que sí lo recuerdo; debes creerme cuando te digo que si esa noche hubiera traído sed ahorita me quisieras linchar, pero qué bueno que fue lo contrario porque no mato inocentes sólo a quienes en verdad lo merecen y si salvé a tu padre por alguna razón debió ser

Jhon.-(Le da la mano) Gracias viejo! Por lo que hiciste, por lo que haces y por las cosas buenas que estoy seguro que harás saliendo de aquí, ojalá y toque la fortuna de verte afuera, de saludarte una vez más

Lobo.- Así será amigo, así será...

(En casa de capa roja)

Roberto.- Bueno y entonces Capita qué mas sigue o ya es todo lo que tienes que contarme, qué hicieron tú y el viejo aquel; se volvieron amigos por lo que me estoy imaginando verdad

Capa roja.- ¿Tú qué crees? Jajajaja

(Recuerda)

Después de aquella charla, aquel señor y yo nos hicimos amigos de esos que si tú vas a un lado yo voy contigo, pero sin nada de intimidad; tampoco estaba tan urgida jajaja lo que yo quería era sólo calmar el coraje que tenía

Capa.- Oye viejo, como que ya va siendo hora de que me ayudes en algo

Señor.- Dime niña y pues te ayudo

Capa roja.- Tengo ganas de ir a casa con mi padre; me debe muchas y la verdad ya es tiempo de que mire lo mucho que ha crecido su hija en éstos meses gracias a su maltrato jajaja

(Se dirigieron a casa del padre de Capa roja)

Señor.- Que tal!!! Buenas noches amigo ¿cómo le ha ido?

Padre.- ¿quién eres? ¿Qué quieres?

Señor.- ¿Yo? Nada! Jajaja sólo quiero charlar un poco y hacerle saber que le mandan unos saludos

Padre.- ¿saludos? No señor, ésta usted mal; tal vez se equivocó de domicilio pero no tengo a nadie que pueda mandarme "saludos"

Señor.- Ah ok, pues entonces tendré que decirle a su madre que la niega y a su pobre hija que usted ya las olvidó, o es más entonces nada pasará si le pasa algo

Padre.- ¿Mi hija? Quién te dijo de ella? Y de mi madre?

Señor.- ¡Vaya! Sí te acordaste que tienes familia, qué pena que las hayas olvidado tan rápido, tu hija querida; sí aquella que le destrozaste la vida hace casi un año ¿recuerdas? Te manda saludos cabrón!!!
(Le encaja sus garras en el estómago) ¿Duele? Jajajaja

Continuará...

LOBO "La historia jamás contada" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora