LOBO "La historia jamás contada"

Capítulo XLVIII

(Habían pasado ya cuatro largos años desde que Lobo había salido de aquel reino, su vida se había tornado triste, tal vez porque se arrepentía el no haber ido en busca de Azul y prefirió quedarse así sin hacer nada

Su leyenda ya era contada por todos lados, sus batallas eran feroces, se había ganado el respeto de la mayoría de las personas y criaturas

Al pasar esos cuatro años tomó la decisión de ir en busca de Azul, pero pues sabía que tal vez sería demasiado tarde para ir a buscarla, al llegar al reino Kattos lo recibió bien, pero también después de una pequeña charla, ordenó que fuera encerrad)

Kattos.- Se lo llevan a la celda y lo cuidan hasta que lleguen sus reemplazos, es un tesoro muy valioso para todos la sangre de éste muchacho

(Los guardias quisieron agarrarlo pero Lobo no se dejaba y empezó a pelear en contra de todos aquellos que querían atraparlo, eran demasiados pero aún así no lograron su objetivo)

Lobo.- Kattos, vengo en paz hasta aquí, sólo quiero hablar con ella, ambos sabemos que no todos tus guardias podrán conmigo, es mejor que les ordenes que se detengan porque no quiero lastimarlos

Kattos.- (Sonríe) jajaja, si verdad, sólo era un calentamiento niño, jajaja

Ahora viene lo bueno; creo que te sorprenderás con la noticia que puedas recibir de lo que ha pasado en éstos años de tu ausencia

(Kattos al ver que Lobo podía ganar a todos sus hechiceros sin problemas, decidió hacer lo que antes jamás había hecho; pelear)

Kattos.- Mira niño, haremos una cosa, te vas a enfrentar a mí, si ganas te daré un par de horas para que hables con ella, pero si yo gano serás mi prisionero hasta que yo quiera, puede ser mil años o tal vez menos

Lobo.- No puedo señor, le tengo mucho respeto a usted por todo lo que hizo por mi, y eso siempre lo voy a agradecer, perdón pero no puedo pelear en contra suya ni de Otto, ni nadie de ellos

Kattos.- Entonces aceptas tu derrota sin siquiera defenderte? Mmmm no me gusta la idea pero pues tomaré tu palabra

Lobo.- No. En ningún momento me estoy rindiendo sólo digo que lo respeto y que no quiero pelear en contra de usted

(Kattos al ver la negativa de Lobo no tuvo opción más que empezar a pelear, se le aventó a Lobo tomándolo del cuello)

Kattos.- ¡Pelea! Quiero ver tu sangre muchacho quiero saber qué tan bueno eres, dicen muchas cosas de ti muchacho, unas historias estúpidas que te tachan de héroe por haber peleado en contra de Lucifer, eres una basura

(Lo avienta y en el aire le avienta uno de sus hechizos haciendo que se fuera directo al muro principal haciendo sonar la alarma

Todos los aldeanos salieron asustados pensando que sería un nuevo ataque de los duendes, pero no se imaginaron la escena que verían, Kattos para ese momento seguía golpeando a Lobo para hacerlo enojar y que peleara pero sus golpes eran en vano porque la respuesta seguía siendo la misma, Lobo no quería pelear por el respeto que le tenía)

Kattos.- Defiende tu honor maldito!!! Burlaste nuestra confianza, te burlaste de todos, no entiendo como tienes todavía agallas para venir como si nada hubiera pasado, en ese tiempo no quise matarte porque respeté lo que habías hecho y fue un honor para mí que lo hicieras, pero ésta vez ya es burla la que haces y no me gustan las burlas niño

(Lobo ya estaba herido por los golpes que le ponía Kattos pero seguía sin defenderse, él sólo quería hablar con Azul, quería verla y decirle tantas cosas, no quería morir sin antes mirarla y decirle que sentía todo lo que había hecho

Kattos rasgaba la piel de Lobo y se quedaba con algo de ella entre sus manos, toda la gente veía con tristeza cómo Lobo era masacrado sin intentar defenderse, los guardias no podían hacer nada, Otto y sus aliados veían como aquel joven tenía las agallas para aguantar tanto castigo sólo por mirar a su hija,

Kattos seguía en su coraje, porque sabía que se habían burlado de él, Lobo bañado en sangre y moribundo, sólo pidió una oportunidad de ver a su amada una última vez

Tal vez fueron esos rostros sorprendidos que Kattos miró en sus aldeanos, tal vez la valentía de Lobo al ir de nuevo, tal vez las agallas que tuvo para no dar ni un sólo golpe y estar casi a punto de morir, se preguntaba por qué no se defendía)

Kattos.- ¿Por qué no te defiendes muchacho?

Lobo.- No me interesa seguir viviendo señor, de hecho debe terminar lo que ha empezado, sólo quiero verla una vez más

Kattos.- Alguien que por amor se deja hacer todo lo que te hice, merece el mayor de los respetos, eres valiente muchacho pero un idiota a la vez; qué te hace pensar que ella te está esperando?? Levanta tu cabeza que no acostumbro a matar por la espalda si no de frente y a los ojos

(Terminó de decir eso y del templo se veía a lo lejos una silueta que venía bajando lentamente por esa escalera, al irse acercando se pudo apreciar, era Azul)

Azul.- Basta!!! Y usted ¿qué quiere? Ya no tiene nada que andar haciendo por éstos rumbos señor

Lobo.- Azul, por favor escúchame, deja que hable un momento, sólo te pido un minuto

Azul.- Pues no tiene nada que decir señor Raúl, creo que en su momento lo dijo todo con sus acciones, qué se le olvidó?

Lobo.- Sé que cometí muchos errores y que no merezco tu perdón, sólo quiero que sepas que sigues en mi corazón y que siempre estarás ahí, tu lugar está intacto por si quieres volver a entrar

Azul.- Tu tiempo terminó Raúl, es mejor que te marches; yo estoy feliz y tú debes hacer lo mismo; te agradezco de todo corazón que me hayas hecho feliz en aquel momento pero fueron cuatro años! Entiendes! Cuatro años sin saber de ti, cuatro años que me cansé de esperar a que entraras por esa puerta y me buscaras, cuatro años que perdí viviendo en una ilusión de que vendrías, es mejor que te marches y no regreses más porque para la próxima quien te mate seré yo

Lobo.-( mutilado por tanto golpe, su rostro cubierto de sangre)
Mátame de una vez, por favor (llorando) hazlo, ¡hazlo!!
Te amo Azul, perdón por todo; nunca quise hacerte daño

Azul.- Pero lo hiciste y ya vete que no quiero verte jamás! La próxima vez que te vea será para matarte!!! Tu amor es basura!!

(Al escuchar lo que Azul decía, y con sus rostro lleno de sangre, se puso de pie y empezó a caminar rumbo a la salida, triste y con lágrimas mezclándose con  su sangre, entre las miradas tristes de los aldeanos)

Kattos.- Nadie dijo que te podías ir

(Kattos se le aventó para intentar detenerlo, Lobo, con su tristeza, su corazón roto y esas palabras que Azul había dicho se llenó de odio y rencor, transformándose tomando del cuello a Kattos y hundiendo una de sus manos en su pecho por un lado de su corazón)

Lobo.- Me hubieras matado mejor Kattos, hubiera sido mejor la muerte a oír sus palabras, no morirás; pero ahora gracias a ti mi leyenda será más grande

Continuará...