Cerro la pestaña de su blog por tercera vez en los últimos quince minutos, miro a su compañero, el cual no se había movido para nada desde el desayuno. "El necesita un caso" pensó contrariado por el estado meditativo en el cual se encontraba Sherlock desde el encuentro con su hermana. Habían pasado dos semanas desde que pudieron regresar al departamento, durante esos días su comportamiento había sido de lo más inusual, aun siendo que los hermanos Holmes no tenían nada de "normales".
Parecía perdido en sus pensamientos, no había demostrado ningún interés en volver a sus actividades diarias, sin atender a clientes ni realizar experimentos, aunque sin falta cada día tocaba su bendito violín casi como si fuera una oración que solo el comprendía. John había esperado pacientemente, creyendo que en algún momento Sherlock se dejaría de tanto misterio dignándose a contarles lo que pasaba por su mente, pero ese no había sido el caso.
Cada día que pasaba él no podía evitar las miradas impacientes a su mejor amigo, tratando en lo posible de ofrecerle un caso o salir a dar un paseo, él con el tiempo había aprendido a dejarlo ir a su ritmo, pero dadas las circunstancias temía que Sherlock estuviera peor de lo que aparentaba. John sabía que por mucho que lo repitiera su amigo no estaba libre de sentimientos. Como a cualquier ser humano haber pasado por la situación en la que se encontró debió haberlo afectado emocionalmente, temía que Sherlock no supiera como afrontar sus propios sentimientos y por ello se estuviera encerrando en sí mismo. Hasta la señora Hudson había coincidido con él, pero no estaba tan seguro de que fuera el verdadero motivo de tal reacción, parecía una respuesta tan... humana. Diciéndose que lo mejor sería hablar francamente con él, y fuera lo que fuera ofrecería su apoyo como siempre lo había hecho.
Enderezando su postura miro directamente a su compañero que se encontraba acostado en el sofá restaurado, con los ojos cerrados y con el cuerpo totalmente relajado, pero John sabía que estaba despierto. Carraspeo para llamar su atención, pero Sherlock no se movió para nada.
-Parece que al fin te decidiste por preguntar. Ya me estaba cansando de sentir tu insistente mirada - dijo Sherlock sin ni siquiera dignarse a abrir los ojos. John no sabía si enojarse porque su amigo había guardado silencio aun sabiendo que él quería saber que le sucedía, o simplemente estar aliviado ya que parecía querer cooperar. "En fin, es Sherlock, siempre hace esto" pensó mientras abandona su postura rígida.
-¿Qué sucede contigo?-inquirió más preocupado que curioso.
-¿Qué sucede conmigo?- fue lo que recibió a cambio, logrando que su entrecejo se frunciera, a veces realmente no sabía de donde sacaba tanta paciencia.
-Ya sabes a lo que me refiero. Tu comportamiento durante las últimas dos semanas ha sido muy extraño, incluso para tus estándares normales. Quiero saber si algo anda mal, y bueno...tu sabes... ayudarte si lo necesitas- se cruzó de brazos esperando una respuesta. Sherlock por su parte soltó un bufido, mientras se incorporaba clavando su felina mirada en los oscuros ojos de su compañero.
-Si te estabas preguntando si yo estaba de alguna manera traumatizado por lo ocurrido con Eurus, lamento informarte que tus suposiciones sobre mi estado anímico no podrían estar más erradas- y ahí estaba el Sherlock de siempre, con su irritante tono de superioridad.
-¿Entonces por qué estas actuando de esa manera?- pregunto sin despegar la mirada de él intentando observar cada detalle de sus movimientos, como si pudiera leer en su rostro la respuesta a sus interrogantes.
-Solo estaba pensando-soltó rápidamente, de manera casi automática. Pero John lo vio, pudo vislumbrar la duda en aquellos ojos claros. Si jugaba bien sus cartas posiblemente tendría una respuesta casi sincera.
-¿Se podría saber entonces en que estabas pensando? Nunca te había visto tanto tiempo quieto- vio que su compañero se removía incomodo ¿tanto le molestaba hablar sobre lo que le estaba pasando?
-Solo en... cosas. No necesito que me estés interrogando. A veces te pareces tanto a mi hermano, ambos resultan igual de irritantes con su sobreprotección paranoica- comento mientras se levantaba para ir hacia la silla al lado de John y abrir su laptop.
-¿Qué se supone que estás haciendo ahora? Sherlock por favor, solo quiero saber si estás bien- si tenía que rogar lo haría, solo quería obtener una maldita respuesta de Sherlock Holmes.
-Estoy bien, no hay nada de lo que tengas que preocuparte, como ya te dije solo estaba pensando- puso su mano sobre la rodilla de John apretándola un poco casi de manera cariñosa, pero la retiro de inmediato como si ese simple contacto fuera completamente incomodo o ¿incorrecto?. Solo miro una última vez a su amigo, para examinar su reacción, después centro su atención en los comentarios del blog de John para ver si alguno le parecía interesante.
-¿Entonces simplemente dirás que estas bien y volverás a la normalidad?
-¿Vas a hacer que te lo repita otra ves?-John le dio una larga y significativa mirada a su amigo, no iba a sacar nada más de él. Por el momento se daba por vencido.
-Como quieras. ¿Té?
-Por favor.
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Continuidad lógica de los acontecimientos.
FanfictionDespués del encuentro con Eurus, Sherlock y John vuelven a sus vidas cotidianas. Pero esta vez algo ha cambiado. En este fanfic Rosie nunca existió, por pura flojera de mi parte. Estoy tratando de hacer una "continuación" de la serie, no tengan muc...