Capítulo 2.

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Tenía suerte, mucha suerte. No tuvo que buscar por mucho tiempo un caso ya que Lestrade le aviso por mensaje de uno realmente interesante.

"Una pareja junto a sus tres hijos y dos sobrinos fueron a pasar el fin de semana a una cabaña a las afueras de la ciudad. En medio de la noche posiblemente alrededor de las tres de la madrugada comenzó un incendio, los padres y los sobrinos pudieron escapar, terminaron con quemaduras graves y algunos huesos rotos al saltar por una ventana del tercer piso. Cuando lograron apagar el fuego no encontraron los cuerpos de los demás niños, parecía como si simplemente se hubieran esfumado." Interesante y justo a tiempo para evitar que disparará nuevamente a la pared.

Sentía que el aburrimiento y la mirada desconfiada de John (¿de verdad lo estaba mirando así?) iban a terminar matándolo. Ese mensaje le había salvado por el momento, tendría que agradecérselo algún día, por el momento solo quedaba soportar el incómodo viaje en silencio junto a su compañero que parecía reacio a dejarlo en paz, ¿tan extraño había actuado? Según como él lo veía estaba un poco más perdido en sus pensamientos que lo normal. Simplemente quería aclarar un duda que rondaba por su mente, sobre un tema muy particular e íntimo para él. Era algo que no podía compartir con John por el momento, porque... se trataba justamente de él. De su querido amigo, que tan fiel había demostrado ser, el cual sufrió tanto por su causa y aun así allí estaba, junto a él acompañándolo a otra aventura.

Después de saber lo que ocurrió en un pasado término planteándose la idea de que posiblemente su mente no funcionaba tal cual él creía. Trato de replantearse entonces sin ningún tipo de barrera mental lo que significaba su amigo para el de una manera más libre, más personal. Sherlock amaba a John, y estaba seguro de que este le quería pero no de la misma manera. Era algo que simplemente no iba a suceder y por ello había decidido guardarse esa información para sí mismo. Se decepciono por tomarse tanto tiempo para darse cuenta de algo tan simple, aunque siempre había sido complicado cuando se trataba de sus propios sentimientos. La dificultad estaba en actuar normal siendo tan consiente de sí mismo y sus sentimientos, no sería la primera vez fingiendo.

-Podríamos ir a cena a Angelo's mas tarde, si quieres- John no lo estaba mirando pero por su postura relajada supo que no estaba enojado. Esto calmo mucho a Sherlock que contesto con un "perfecto", era un buen avance- Sabes, deberías hablar con tu hermano, creo que le afecto bastante ese incidente- y ahí estaba el buen John, siempre preocupándose por los demás.

-Ya es bastante mayor, puede cuidarse solo- una mirada reprobatoria le hizo soltar un bufido y aceptar de mala gana llamar a su hermano más tarde. Por lo menos las cosas ya no parecían tan incomodas, tuvieron una charla amena antes de llegar al lugar del incendio.

Allí les esperaban el cuerpo de investigación, la casa ya había sido acordonada por afuera del jardín. Aun sin haber entrado Sherlock sabía que sería más difícil de lo normal hallar las pistas, ya que además del obvio daño por el incendio, el agua utilizada para apagarlo y los rescatistas seguramente habían hecho un desastre. Pensando eso bajo de taxi ya de mal humor dejando que John pagara y se disculpara por la puerta azotada. Espero un poco para que pudiera alcanzarlo, recibiendo un regaño sobre cómo debía ser más amable con los demás. Lestrade los recibió aliviado, dándole algunos datos que él creía que serían relevantes.

-Los niños desaparecidos se encontraban en la planta baja, parece que tenían la intención de dormir en una de las habitaciones. Los padres fueron a las habitaciones de sus hijos pero solo encontraron a sus sobrinos. Según ellos no fueron capaces de bajar por las escaleras debido al fuego, desde abajo los niños estaban pidiendo ayuda, por ello decidieron saltar por la ventana. El padre salto primero, se fisuro la tibia y se esguinzo el pie izquierdo; atrapo a los dos niños, su esposa aterrizo con las rodillas destrozándoselas, pero va a recuperarse. No pudieron hacer nada. Estamos interrogando a los vecinos, nadie tiene idea de cómo inicio el fuego, posiblemente haya sido provocado- concluyo siguiendo a Sherlock que no había perdido el tiempo en comenzar a analizar la escena. John por su parte saludo a el equipo de investigación, después de tanto tiempo yendo de una escena de crimen a otra se sabía el nombre de todos.

Continuidad lógica de los acontecimientos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora