Capítulo 5.

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La casa en la que se encontraban era realmente acogedora. Podías saber que la habitaba una familia numerosa por solo ver la sala de estar, llena de juguetes y libros. Ambos habían terminado allí después de haber interrogado a los involucrados. Frente a ellos estaban sentados los dos hijos de la pareja desaparecida, los hermanos Hersinoff. Ambos rubios y de constitución maciza, con una mirada ruda y una postura rígida. Parecían incomodos por el hecho de tener que responder preguntas sobre sus padres, saltaba a simple vista que no se habían llevado bien con ellos en el pasado.

-¿Qué pueden decirme sobre sus padres?, ¿Cómo eran ellos? –pregunto en tono serio, sentía que ahora estaban en una carrera a contra reloj. No habían encontrado a los niños y las pistas no los habían conducido hacia ningún lado.

Comenzó hablando el que parecía ser mayor, con mucha vacilación.

-Si hay algo que puedo decir de mis padres es que ambos eran tal para cual. Mi padre era un alcohólico que a menudo era violento, mi madre sin embargo era aún peor. Dejaba que el hiciera lo que quisiera, lo único que le importaba realmente era que la casa estuviera reluciente-explico sin dejar de mover las manos en un ademan nervioso.

-Se mudaron a esa casa hace unos 10 años aproximadamente, ¿verdad? ¿Por qué lo hicieron?- pregunto Sherlock.

-Bueno, la verdad es que nosotros vivimos un año en esa cabaña. Nos escapamos a los 16, la verdad es que era imposible para nosotros vivir con ellos, ya estábamos...

-Eso no es relevante, vuelva a lo que le pregunte.-espeto perdiendo la paciencia. Recibió una mirada reprobatoria, ni siquiera tuvo que voltear, ya conocía a John de sobra.

-Sí, lo siento. No me acuerdo mucho pero no les agradábamos a los vecinos. Generalmente se quejaban de nosotros. Creo que nuestros padres simplemente se hartaron y decidieron que era mejor mudarnos- mentira, su mirada desviada al igual que la de su hermano, ambos concentrándose en tratar de verse tranquilos de repente. "Están mintiendo. La vida de unos niños depende de la información que puedan darnos", aviso Sherlock a esos hombres, que se miraron entre sí.

-Está bien, la verdad es que nuestra madre estaba metida en cosas ilegales.

-¿Qué serian esas cosas ilegales?- pregunto John inclinándose hacia delante.

-De todo, a veces eran drogas, otras traficaba objetos, animales o lo que fuera. Nuestros vecinos le amenazaron, si no nos mudábamos le avisarían a la policía. Recuerdo que ella insistió mucho en ir a vivir a Titsey, pero padre no quiso ir allí porque supuestamente estaba embrujado. Finalmente nos mudamos a la cabaña- dijo intentando recordar lo máximo posible.

-¿Tu madre tenía en mente un lugar específico de Titsey?- eso hizo que John desviara la mirada a su compañero, ¿en que estaba pensando?

-Si había una casa sobre la carretera B269, aproximadamente a 10 kilómetros de la M25- contesto vacilante sin saber porque le estaban preguntando sobre ello.

-Bien John nos vamos. Muchas gracias señores por su colaboración. Sigan evitando parecerse a sus padres, lo están haciendo particularmente bien- dijo Sherlock enérgicamente mientras les estrechaba las mano y se dirigía a la salida. Ambos hermanos se miraron confundidos, John simplemente se despidió y lo siguió.

-¿En que estas pensado Sherlock?- apresurándose para alcanzar a su amigo que estaba eufórico.

-¿No estabas prestando atención?, obviamente fue la señora Hersinoff. Todo encaja perfectamente, empezó desde joven asesinado a una muchacha probablemente porque se burlaba de ella. Después un hombre de 35 años, lo más probable es que ese tipo hubiera intentado agredirla sexualmente. En 1993 desapareció un bebe, la madre trabajo junto a ella en una cafetería, parece que tuvieron algunos problemas, ¡que tonto soy! ¿Cómo pude pasar por alto algo como eso? Más tarde un drogadicto, esta vez se sentía poderosa, ¿tantos asesinatos y nadie se daba cuenta? Si no la detuvieron hasta ese momento entonces eso debía significar algo. Finalmente se deshizo de su esposo, extrañaba a sus hijos. La razón de que los hermanos dijeran que eran tal para cual es que ella disfrutaba con el sufrimiento de sus propios hijos. Después de estar alejada de ellos por 10 años quiso "comenzar de nuevo", asique desapareció. No fue muy lejos, pudo ver que una familia compraba la casa. Decidió que quería tener a sus niños de vuelta. Ya había descubierto los túneles, simplemente inicio el incendio y los guio hacia el bosque- dijo apenas tomándose un momento para respirar. Había llegado a la tan ansiada conclusión, tenía a su asesina serial.

-¿Entonces los niños simplemente la siguieron?-pregunto John.

-Son niños y estaban asustados, posiblemente les habrá dicho que era de un equipo de rescate o algo por el estilo. Ella le habrá vendido el árbol a Michael. Cuando se deshizo del niño que sobraba se llevó a los otros a la casa de Titney. John , ¿tienes tu arma?.

-Por supuesto.

-Entonces vámonos, la policía suele ser muy ruidosa. Por suerte nosotros estamos mucho más cerca que ellos.- dijo haciendo que ambos sonrieran.

Cuando llegaron la casa parecía completamente abandonada. Era la única en varios kilómetros cerca de una carretera poco usada. Era bastante pequeña. Ambos se acercaron de manera sigilosa, con la adrenalina recorriéndoles el cuerpo. Ahora podían esperarse cualquier cosa, debían ser muy cuidadosos. Observaron bien, parecía que la puerta trasera estaba entreabierta. Mientras más se acercaban pudieron percibirlo, varios olores fuertes, olor a sangre y lo que parecía acetona y lejía. Compartieron una mirada en mutuo asentimiento y entonces entraron. Las ventanas se hallaban cerradas, y solo había iluminación por unas cuantas velas. Entraron tapándose la nariz, Sherlock con su bufanda y John estirando su suéter, mientras mantenía el arma en posición. Sherlock supo de inmediato que se había equivocado, la señora Hersinoff no solo era una asesina serial sino que además estaba involucrada con la "magia negra". Había círculos de sangre en el suelo que parecían haber sido utilizados para rituales. John también noto algo extraño, había pedazos de lo que parecía tela colgados en varios lugares, al acercarse comprobó horrorizado que se trataba de piel humana. No pudo evitar sentir repugnancia.

Ambos vieron que había una persona que parecía inconsciente detrás de un sofá. Acercándose con extrema cautela John verifico que se trataba se la señora Hersinoff. Indicándole a Sherlock que retrocediera lentamente le tomo el pulso. Estaba viva pero inconsciente, diviso frente a ella una olla tirada en el suelo y un fuego apunto de consumirse, por el olor supuso que estaba intentando hacer cloroformo pero no salió como debería. Al voltearse no vio a Sherlock, sintió una pequeña opresión en el pecho, ¿Dónde carajos se había metido?

-Los niños están encadenados en el baño, también están inconscientes pero parecen estar sanos- informo mientras salía del dichoso baño. John no pudo evitar saltar del susto.

-Dios Sherlock, no te desaparezcas de esa manera- le reprocho abandonando la postura rígida que había adoptado al entrar a la casa.

A partir de allí solo les quedo esperar a que aparezca la policía. A Sherlock solo les basto unos minutos para explicar lo ocurrido y entonces los dejaron libres. Una vez en el departamento el detective consultor se derrumbó el sofá.

-¿Estas decaído porque no pudiste dar tu grandioso monologo final de como lograste atraparla como siempre haces?- pregunto divertido al ver el estado de su amigo.

-No hago tal cosa, no se de que hablas- dijo girándose hacia John, quien levanto una ceja incrédulo-¿te parece grandioso?-pregunto con autentico interés, sacándole una sonrisita.

-Es mi parte favorita.

-Pensé que tu parte favorita era dispararle a los tipos malos- cuestiono divertido.

-Tienes razón esa también es mi parte favorita- dijo con fingido desinterés. Ambas miradas se encontraron acabando en risas, talvez los dos eran un poquito ridículos. 

Continuidad lógica de los acontecimientos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora