capitulo 43

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Pasaron unos minutos hasta que llego la ambulancia y me separaron de mi padre para trasladarlo rápidamente al hospital.

Estuve en shock todo el tiempo hasta que se lo llevaron a mi padre en la ambulancia, y ahí reaccione.

Lo único que salia de mi boca y que repetía sin cesar era la palabra joder, una y otra vez mientras pasaba las manos por mi rostro frustrada.

Sabían que vine a Las Vegas, y que me encontraba en la casa de mis padres.

Agarre mi celular y le marque a Cameron.

—Necesito que vengas por Thomas, no preguntes, solo apresúrate.

–Descuerdo, voy saliendo ¿Le digo a los chicos? —me preguntó—

–No, solo ven por Thomas —dije y corte la llamada—.

En unos pocos minutos divisé a Cameron viniendo a toda velocidad en su motocicleta, aparcó en la acera y vino hacia a mí.

–¿Qué ha pasado?

–Cuando estábamos por subir a la motocicleta para irnos, freno una camioneta en medio de la calle y empujaron a mi padre de allí dentro, se encontraba golpeado y algo inconsciente, luego de eso empezaron a disparar. Se que han sido ellos, ya saben que estamos aquí por lo que hicieron todo esto. Necesito hacer algo, lleva a Thomas y dile a mi madre y a mis hermanos que vayan a algún hotel o algo, aquí ya no es seguro.

–Esta bien. —dijo y se dirigió dentro de la casa donde se encontraba mi madre con mis hermanos—.

Me subí a mi motocicleta y me dirigí a donde se encontraría él.

Me metí en lo mas profundo de Las Vegas, conocía cada parte de este lugar, las casas, los bares, y la mayoría de las mierdas de personas que se encuentran aquí.

Frene mi motocicleta frente a la gigantesca casa de James y me baje.
Camine hasta la casa y a los lados de la gran puerta se encontraban dos tipos cruzado de brazos que me miraban fijamente.

–¿Se encuentra James?

–Esta ocupado niñata. —dijo serio intentando intimidarme—

–Ábreme la puta puerta grandísimo idiota. —le dije acercándome más a él—

–¿Hablas en serio? —dijo y soltó una sonora carcajada junto con su compañero—

–Muy enserio. —dicho esto le di un rodillazo en su entrepierna mientras que a la vez agarraba el arma que se encontraba a un costado de su pantalón—

Al instante le apunte al otro tipo, él cual hacia lo mismo que yo.

–Lo repetiré solo una ves más, abre la puerta que no tengo todo el maldito día. —dije lentamente mientras le apuntaba con el arma—

–No lo haré. Harás que me despidan, ya sal de aquí estúpida niñata.

–Él te podrá despedir, ¡Pero yo te matare si no me abres esta maldita puerta de una puta vez!

Espere unos segundos y no lo hizo, no tengo todo el día para estas idioteces.
Le dispare en el hombro y soltó el arma por el dolor, le di con el arma en la cabeza dejándolo inconsciente, agarre las llaves de su bolsillo y abrí la puerta.

–Ubiera sido más sencillo qué me las dieras.

Una vez dentro me dirijo al piso de arriba, deje el arma a un lado de la puerta donde se encuentra su estúpida "oficina".

–El maldito lo sabe, sabe que estoy aquí. —dije entrando bruscamente y se dio la vuelta para verme—

–¿Qué ha pasado? —me pregunto del otro lado del escritorio—

–¡Ha golpeado a mi padre joder! —hable fuertemente y golpeé furiosa el escritorio— Esto me frustra, él me frustra. —dije pasando mis manos por mi cabello—

–En lo que sea que necesites te ayudare Barbara, pero debes explicarme bien que fue lo que paso —habló a la vez que caminaba hacia mí, hasta pararse a mi lado—

–Yo me estaba por ir de la casa de mis padres, —empecé a explicarle viendo al frente, mientras que él a un costado de mí prestaba atención— mi padre nunca había llegado a la casa, le dije a mi madre que volvería mañana para verle, cuando nos despedimos y íbamos a subir a la motocicleta se escucho el rechinido de unas llantas, al darme la vuelta vi a una camioneta que abrió la puerta trasera y empujaron a mi padre de allí dentro, todo golpeado y inconsciente. Luego de eso empezaron a disparar.

–¿Lastimó a alguien?

–A eso es a lo que voy —me di la vuelta y lo mire—, mi madre y mis hermanos estaban dentro de la casa, allí afuera nos encontrábamos Thomas y yo —dije mientras empezaba a caminar por toda la habitación—. Dispararon hacia otros sitios y no hacia nosotros, es como una amenaza.

–Tal vez no pudieron darles.

–¿Hablas enserio? —dije y me di la vuelta para mirarlo— Son narcotraficantes, mafiosos, sicarios ¿y me dices que no pudieron dispararme a diez metros de distancia? No tiene sentido, efectivamente es una estúpida amenaza.

–Sí, tiene sentido.

–Obvio que lo tiene.

–Okey, dime en que te ayudo.

–Necesito que me averigües quienes iban en la camioneta, tienes gente, contactalos. La quiero para mañana en la madrugada. Matare a ese maldito cuando lo encuentre, se que esta detrás de todo esto.

–Esta bien, si necesitas qué te acompañe a algún sitio o que te ayude en algo más vienes o me llamas, ¿esta bien? —Me preguntó y asentí como respuesta— ¿Abrazo? —dijo mientras ponía cara de perro y yo rodé los ojos.—

–Tienes dos años James, joder. —dije y lo abrace y el rió— debo irme, iré a ver a mi padre.

–Claro.

–Para mañana quiero saber quienes iban en la camioneta, por favor.

–No te preocupes. —dijo mientras asentía con la cabeza—.

Salí de allí dentro y me encontré con los tipos que se encontraban en la puerta.

–Los hubiera matado de no haber sido los guardias de James —les hable mientras me iba, pero me di la vuelta y los mire—, por cierto, se las dejo a cargo. —dije y les tire la llave de la casa a uno de ellos y me largué de allí—

...

Me encontraba entrando al hospital.

–Hola, ¿No sabe en que sala se encuentra Martín Palvin? —le pregunte a una enfermera que me cruce en uno de los pasillos—

–Sí, pero él no se encuentra en ninguna sala, en estos momentos esta en terapia intensiva en un estado de salud muy grabe —me respondió con una pizca de lastima en su rostro—. Terapia intensiva se encuentra en el segundo piso en el primer pasillo a la derecha señorita.

Le agradecí y luego me dirigí rápidamente hacia el ascensor

Al llegar a la sala de espera de terapia intensiva vi a mi madre y a mis hermanos, incluyendo a Thomas.

–¡Barbara! —dijo Thomas y corrió a abrazarme—. Tengo miedo Barbara, por papá y por los demás, no quiero que les pase nada.

–Tranquilo, cálmate —dije en medio del abrazo mientras le sobaba la espada para tranquilizarlo—, todo estará bien, yo haré hasta lo imposible por protejerlos Thomas, te lo prometo.

–¿Y si le pasa algo a papá?

–Sabes que él es muy fuerte y luchara y pondrá todas sus fuerzas para poder salir de esto ¿esta bien? —dije y bese su frente para luego volver a abrazarlo—.

¿El resto? No importa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora