Una aflicción imperial

Capítulo 11

Oh mi dios es... Rene Magritte, oh no lo creo había al menos unos 10 cuadros con su descripción a lado, era como un sueño y ahí estaba mi pintura favorita c'est ne pais une pipe.

Eso... era.. por dios...!! estaba firmada por el, obviamente no era un cuadro original pero la firma si era invaluable.

Aquello era precioso era un sueño, era mejor que haber pedido de deseo alguna otra cosa porque ahí se estaban cumpliendo muchos de mis sueños y además el mío era mucho más importante

-Te puedes quedar en este cuarto, si así lo deseas.- me dijo Van sacándome de mis pensamientos

-¿Enserio?- le pregunte emocionada.

-Si, claro porque no después de todo.

-Wow muchas gracias.

A pesar de que era un hombre excelente la dudaba en mi surgía del porque quería hacer todo eso por nosotros, si en verdad estaba enamorado de mi madre o algo parecido, lo notaba por la forma en que la miraba, así la veía mi padre
Cuando era pequeña, pero no obstante la duda seguía y creo que estaría ahí por un tiempo.

-No sabía que su trabajo te gustaba. -el se refería al trabajo del pintor

-si, bueno esque me gusta tanto su forma de ver las cosas.

-Vaya chiquilla.....- me sonrió

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Me instale en aquel cuarto con enormes y bellas pinturas de Rene y tras ello, me acosté y me quede profunda.

No se cuanto tiempo paso pero ya era de mañana, los pajaritos cantaban y el sonido de las olas al chocar contra la arena se escuchaba a lo lejos, me sentía en un sueño, era mejor de lo que los genios pudieran hacer por mi,  mi madre vería y yo estaba en un lugar de ensueño.

Mi madre toco a la puerta y yo estaba un poco soñolienta -Adelante.-

-Hola pequeña. - me dijo mi madre. -¿Dormiste bien?

-Si mama.- le conteste mientras me sentaba y tallaba mis ojos. -¿Qué hora es?

-Casi las 9 princesa.- me contesto con una de esas sonrisas que te alegran el día y te dan ánimos para levantarte. -Te esperamos para desayunar.-

-Si mami, ahora bajo. Le conteste aún con sueño, pero ya tenía que levantarme.
Tome unos pantalones rosa pastel y una playera de color azul rey junto con mis zapatillas, y baje a la cocina.

Se escuchaba el sonido de los platos y los guisos en la estufa.

Van tulp con una enorme sonrisa me dijo. -Anna que bueno que despertaste te tengo una sorpresa para ti

-Otra sorpresa- le conteste emocionada.

-Si, dime que te parece un picnic en la playa

-wow que emoción, amo la idea-

-Primero hay que desayunar- dijo mi madre entrando por la puerta con una canasta llena de flores.

-¿Esta está bien?- le preguntaba acerca de la canasta que había escogido a Van

-Esa es perfecta le contesto el sonriente.

Se veían tiernos.

-Bien a comer- anuncio Van tulp

-Anna tu madre accedió a que te prepara hot cakes.

-Yupi quería dar saltitos de alegría

-Pero con la condición de que los acompañes con fruta.- sentenció mi madre.

Al cabo de una media hora ya habíamos acabado de desayunar y mi madre alistaba la canasta mientras que Van recogía y lavaba los platos.

-Nos vamos ya- me dijo mi madre

-Si

Salimos los tres y nos subimos a un carro de esos de golf y fuimos a la playa. aunque la playa que estaba junto a la casa de Van Tulp era preciosa. el nos quería mostrar su sitio favorito.

Manejo por al menos unos 15 minutos y visualizaba una playa más azul rodeada de palmas y flores también había un pequeño manatial y unos cuantos pajarillos que comían cerca.

-Bien este es mi sitio- nos dijo emocionado.

Bajamos las cosas y pusimos una manta en el suelo y fui a darles semillas a las gaviotas que estaban llegando.

Al cabo de un rato estábamos los tres sentado en la manta sobre la arena

-Esto es hermoso- le dije a ambos

-Que bueno que te guste Anna pero créeme que lo que tengo planeado para mañana es aún mejor.

-¿Enserio? ¿Qué es?

-Sorpresa-

A este hombre le encantaban las sorpresas -Esta bien- le conteste

Engullimos los sándwiches que había preparado mi mama y jugamos como una familia junto al mar.

Nuevamente estaba feliz y agradecida con la vida aunque fuera por unos días porque se que pronto partiría...