Feliz navidad

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Pov Narrador

En aquella mañana que recién despertabas no eras capaz de ser persona solo tu cuerpo se movía recordado tu rutina por las mañanas ausente de tu conciencia intentando entender algo que negabas a creer, buscando una explicación coherente a todo aquello.


Bajaste a desayunar con un zapato distinto al otro y tu jersey del revés mientras una mirada curiosa observaba como inconscientemente tomabas la que debería ser tu taza leche y vertías en el cualquier cosa que tomaste menos leche a lo que tu madre terminó riendo y con agilidad te quitó la taza de la mano para otorgarte la suya. - Toda una estilista. - Pronunció con gracia provocando que parte de tu conciencia reaccionara y vieses extrañada el desastre que llevabas puesto encima. - Te dije que no fueras a dormir tarde...


- Eh.. No, no fui tarde solo, no descansé del todo bien. - Tu cara era una obra ninguna expresión parecía saber formarse correctamente en ella, solo subiste aun en aquel estado de semis-inconsciencia a cambiarte el calzado mientras girabas tu jersey y tomabas tus cosas para ir a la escuela, con tostada en mano. - Llegaré tarde, nos vemos mamá.


- Cuidate. - La mujer no parecía preocupada solo curiosa por como su hija estaba reaccionando en aquel día, nada importante, la vida de una adolescente es bastante compleja, como cualquiera pensaría, pero nada mas lejos de la realidad, sus recuerdos, aquella inocencia que aun guardaba golpeaban con fuerza la tenaz lógica intentando mostrar lo que esta frente a todos y solo unos pocos logran ver.



Por la calle dejabas tus huellas hundidas en la nieve comiendo tu desayuno sin apenas prestar atención cuando chocaste con alguien, antes de poder reaccionar tu cuerpo inconscientemente reacciono buscando a alguien con esmero recordando el inicio de todo, pero tus ojos pronto se cruzaron con unos color café. - Oh, buenos días Jaime, un poco pronto para ir a la escuela. - Saludaste.


- Buenos días _____. - Saludó enérgico. - Yo ya empecé las vacaciones iba a jugar con los demás. - "Que suerte la tuya" pensaste pero al menos si alguien mantenía una conversación contigo parecía que aunque fuese un poco lograbas volver a la realidad y para tu suerte Jaime seguía tu mismo camino ya que viendo que caminaba contigo podías suponer que se dirigía al parque pasado el instituto. - Tienes mala cara.


De nuevo aquella voz te sacó de tus pensamientos mientras tus ojos dejaban verte la mueca que se formaba en el rostro de tu compañero. - Algo así... Oye, como se supone que el era, quiero decir es, esto... Ah, ya sabes él. - No sabías como decir aquello sin sonar ante tus propios oídos como un disparate, solo atropelladamente terminaste logrando decir algo que se asemejaba a una oración.


- ¿Te refieres a Jack? - Jaime se emocionó repentinamente y con gestos animaba sus palabras. - El es divertido, alegre, también bastante travieso aunque a menudo se mete en problemas, o y también – Le cortaste riendo un tanto nerviosa no sabias si quiera como estabas teniendo aquella conversación.


- Ya bueno, eso está... está muy bien pero me refería físicamente... ¿Es alto? Que ropa lleva, como es su color de pelo.. Ya sabes esas... cosas. - Terminaste diciendo casi en un hilo de voz. Los nervios se apoderaban de ti, tu recordabas aquel sueño pero en tu cabeza había una gran batalla de como tu cordura estaba permitiendo que asociaras un simple sueño con algo como eso.

El tiempo nunca se detiene (Jack Frost y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora