Narrador
Apenas eras capaz de respirar, sentías que tu corazón iba a salir de tu pecho en cualquier momento, solo podías ver a aquella persona acercarse lentamente sin mover un solo musculo. Pero antes de llegar a cualquier contacto pareció que la suerte estuvo de tu lado y sin mas se fue pero no es que te tranquilizara demasiado el hecho de ver a lo que parecía ser un chico corriente salir volando por la ventana de tu salón.
Te quedaste unos instantes inmóvil revisando con tu mirada que realmente te encontrabas sola y a salvo en aquella casa para deprisa y con aquellos mismos nervios seguir intentando abrir la condenada puerta, hasta que al fin lo lograste. No perdiste tiempo ni en cerrarla, simplemente quedó completamente abierta mientras sin importar tu aspecto, aun en pijama, o si sentías frío al pisar la nieve descalza corriste por en medio de la carretera hasta llegar a aporrear la puerta de casa de Jaime y Sophie. - ¡Jaime, por lo que mas quieras abre! ¡Abre, abre por favor!
La gente que paseaba te observaba confundida e incluso preocupada, pero ni tan solo tomaste importancia cuando sentiste que la puerta cedía, empujaste con fuerza casi aplastando con la misma a tu pobre amigo que estaba tras ella para luego cerrar de un portazo mientras te recargabas tras la puerta aun con aquella expresión de pánico en tu rostro con respiración agitada.
- ¿_______, estas bien, pasó algo? - El pobre niño se acerco preocupado pero comenzaste a hablar tan apresurada mente que te hizo pasar y te trajo una manta mientras te acompañaba al sofá intentando calmarte y entender algo de lo que decías.
- ¡Alguien, en mi casa, en mi habitación! - Hablabas atropelladamente mientras veías a Jaime preocupado.
- ¿Sigue en tu casa? La puerta está abierta. - Te miraba preocupado mientras pensaba si llamar a su madre quien había salido con Sophie a comprar un par de cosas.
- No, el, la ventana... ¡El salió por mi ventana! ¡Volando! - Jaime te miró por un momento con una mueca tras aquellas palabras que soltaste hasta que se acercó con cuidado a ti.
- Bueno ahora estas aquí conmigo, no va a pasar nada. - Intentaba calmarte ya que tras aquello aun y la primera reacción, tenía una pequeña idea de quien podía tratarse. - Oye... Si no te parece mal y te encuentras bien, podrías decirme como se veía..
Dudaste un momento, apenas te acordabas de lo mas básico no es como que te hubieses quedado contemplando y memorizando los rasgos de aquel chico, solo querías salir corriendo, pero tras unos segundo de silencio algo mas calmada, sintiendo el calor de las mantas y la compañía de tu amigo, tuviste el valor de pensar en ello y terminar hablando. - Bueno, yo realmente no me fije mucho solo quise salir corriendo.. Pero, creo que tenía el pelo blanco y sus ojos eran azules.. - Intentabas recordar mientras en tu mente aun aparecían aquellos ojos observándote, realmente no parecía tener intenciones hostiles ahora que lo pensabas con mayor tranquilidad, aun así, no te arrepentías de haber huido en cuanto pudiste aun sentías aquella sensación de hacia unos momentos. - También creo que llevaba una sudadera azul y... pantalones café .. - Lo último lo pronunciaste en un susurro.
- ¿Todo bien? - Te miró tu vecino un tanto preocupado por aquel cambió, te encontrabas viendo en la anda como si estuvieras en otro lugar. - Voy a servirte algo de chocolate caliente que hizo mamá por la mañana antes de salir.. - Antes de levantarse y dirigirse a la cocina te ofreció una ultima mirada pero tu seguías como ida.
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El tiempo nunca se detiene (Jack Frost y tu)
FanfictionEres una chica que como cualquier otra intenta hacer su vida y sobrevivir a la adolescencia viviendo su día a día. Lo que no esperabas era que cierto espíritu apareciese en tu vida. Pero nadie esperaba lo siguiente, ni los guardianes podían detener...