- Yo soy Fred. - habló el castaño con un tono de voz más grave y un toque de nerviosismo. El rubio se mantuvo con la misma expresión indiferente de hace rato y cruzó ambos brazos.
- ¿Qué es esto? ¿Una broma? - habló sin algún atisbo de interés. Fred entrecerró los ojos lleno de molestia y la sombra de Freddy se mantuvo flotando al lado del azabache mirando la escena con extrañeza.
- ¿Qué? No es ningúna broma, estúpida lámpara. - Fred apretó ambos puños. - ¡Estoy hablando muy enserio! - gritó sin poder controlar su frustración. ¿Por qué era tan difícil que notaran su existencia?
Golden reaccionó de inmediato ante aquel apodo y tras soltar un gruñido se encaminó hacia el castaño de forma amenazante. Ambos hermanos sintieron aquella amenaza pero la sensación fue tan repentina que ninguno de los dos logró reaccionar a tiempo, solo se quedaron plantados en el piso observando atentamente al rubio quien, a pocos centímetros de distancia, sujetó a Fred del cuello de la camisa y lo atrajo con brusquedad. - No te atrevas a llamarme así de nuevo. - le advirtió mostrando los dientes y empujó a Fred, liberándolo así de su agarre. Golden se enderezó nuevamente mostrando una expresión de seriedad y molestia.
- Wow... - exclamó Fred más que sorprendido, recibiendo un "Ajá" y un asentimiento por parte de Freddy. "¿Pero que mosco le ha picado a este?" cuestionó Fred, iniciando una conversación con Freddy dentro de su cabeza. Así se evitaría más problemas con el rubio, o al menos eso esperaba.
"No lo sé Fred..." admitió el castaño. "Golden ha estado muy raro últimamente." mencionó casi a modo de suspiro. Freddy tenía fe en su amigo y estaba seguro de que su reciente comportamiento tenía una buena explicación, tal vez había tenido un pleito con algún familiar, tal vez perdió a alguien especial o estaba preocupado por algún ser querido... Eran muchas cosas en las que Freddy pensaba que podrían estar afectando al rubio pero no le deseaba ninguna. Mientras Freddy pensaba en alguna solución Fred y Golden se mantenían en silencio, mirándose con desconfianza. - ¡Ya sé! ¿Por qué no lo invitas a comer algo? - sugirió Freddy con una sonrisa. - Así podremos hablar con más calma y descubrir lo que le molesta. - Fred desvío la mirada de aquellos ojos grisáceos y observó a Freddy.
- ¿Estas loco? Ni que fuera mi novia. - Fred estando ofendido hizo una mueca de desagrado pero de inmediato recordó que el rubio podía escucharlo. Este gruñó por el comentario y Freddy río con fuerza. - Ahh... ¿Freddy? - habló el shadow y Freddy dejó de reír al escuchar la inquietud en la voz del contrario. Volteo a verlo y notó sus nervios a flote y su mano, un poco temblorosa, apuntando hacia el mayor. Cuando Freddy volteó notó la intimidante mirada de Golden sobre de el. ¿Cómo era posible? ¿Acaso podía verlo? ¿Lo había escuchado reír?
Una peligrosa sonrisa ladina se formó en los labios de Golden. Pareciese que le encantara ver a ambos osos tan espantados por su simple presencia, que adorara esa sensación de superioridad y que le temieran hasta el punto de querer salir corriendo, Golden parecía estar cómodo con eso. Por otra parte, los Fazbear se estremecieron ante aquella sonrisa, pues nunca habían visto al rubio actuar de esa forma, siempre se veía relajado y respetuoso, como todo un caballero.
- De acuerdo, ¡es suficiente! - bufó Fred, haciendo un gran esfuerzo por esconder el temor en su voz. No iba a mostrarse débil frente a Freddy, tenía que defenderlo de la posible amenaza del rubio. - Hemos venido aquí porque parecías estar pasando por un mal momento, quisimos hacerte compañía y alegrarte un rato... ¿Y qué recibimos? ¡Esto! - alzó ambas manos en señal de frustración. - ¡Vete al diablo entonces! Ni quien te aguante.
- ¡Fred! ¡No digas esas cosas! - Freddy también estaba asustado e incómodo por la situación. De pronto sentía a Golden como si fuera otra persona... Pero era su amigo y no permanecería de brazos cruzados ni le daría la espalda en un momento tan crudo como este.
- ¿Freddy? - escuchó por fin la dulce y serena voz del rubio pero esta voz no provenía del chico parado frente a ellos. Freddy alzó la mirada y fue así que lo vio, a Golden Freddy flotando arriba de... Golden Freddy. Los Fazbear se miraron incrédulos y un profundo silencio llenó la habitación. ¿Cómo se supone que debían reaccionar ante eso?
- ¡Golden! - saludó Freddy, mostró una sonrisa nerviosa y observó a detalle al chico frente a él. Era el mismo Golden pero con tonos grises y una enorme aura de tristeza, parecía un fantasma. Las dos sombras cruzaron miradas y Freddy no pudo evitar sentirse destrozado al ver los ojos vacíos que Golden portaba. - Tú también...
Nuevamente hubo silencio. Golden también parecía sorprendido por el rumbo que había tomado la situación. No podía creer que un chico tan dulce y alegre como Freddy tuviera el mismo problema que él... Una voz en su cabeza que le atormentaba sin descanso, siempre recordándole lo inútil y torpe que era.
- Bien, tú eres Golden. Ya quedó claro. - habló Fred, esta vez más calmado. - Entonces... ¿quien eres tu? - apuntó al chico frente suyo. Tenía el cuerpo de Golden pero no era Golden, el mencionado se acercó a Fred hasta quedar a una distancia respetable y observó con desconfianza a ambos osos. ¿Por qué iba a decirle? No tenía que hacerlo ni quería. Ninguno de los dos chicos le agradaba. - ¿Y bien?
- Anda, diles. - habló Golden. - No tiene caso seguir escondiendonos. - los dos rubios cruzaron miradas, uno se sentía amenazado y el otro desanimado. Su relación se asemejaba a la que solían tener Fred y Freddy, pues no parecían llevarse bien y ese fue un detalle que ambos hermanos notaron enseguida.
- Soy Gold...
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¡Gracias por leer!
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¡Conviviendo con los parásitos! [Golddy]
FanfictionGolden se comporta muy raro últimamente, Freddy decide pasar más tiempo con él para intentar alegrarle pero una conversación surge y Freddy termina por presentarle a Fred. ¿Cómo terminará esto? ≫ ──── ≪•◦ ❈ ◦•≫ ──── ≪ ➢ Los personajes no me pertenec...