Compañero.

¿Un Jongin rebelde?

KyungSoo no podía evitar que sus ojos tuvieran vida propia y se quedaran admirando la belleza del hombre frete a él.

¿Qué? Él no podía mentir. JongIn era increíblemente hermoso.

Sobre todo ahora, quien esa mañana después de entregar a su sobrino decidió sentarse y trabajar un poco en su laptop.

Tenía una camisa negra manga larga ajustada a su cuerpo y un jean ajustado.

Maravillosa vista ¿Verdad?

Tenía sus lentes un poco caídos en su nariz y tecleaba rápidamente, a veces apretaba su labio inferior entre sus dedos mientras pensaba, simplemente adorable. Luego proseguía tecleando en su laptop.

JongIn era todo un espectáculo

-Presiento que quieres algo.- Agregó JongIn sin siquiera mirarme.

-Iré un rato a casa de tu hermana, solo quería que supieras.-KyungSoo se levantó rápidamente saliendo por la puerta sin siquiera esperar una respuesta.

Realmente estaba agradecido de que podía ir caminando tranquilamente a la casa de su ¿Cuñada?

Como sea.

Toco rápidamente la puerta y la mujer la abrió con una gran cara de estrés.

-Por fin llegaste ¿Puedes ayudarme con el desayuno? La bebé estuvo inquieta toda la noche.- Asentí entrando y cerrando la puerta.

-Yo me encargo.- Y sin más ingresé de inmediato a la cocina.

-Realmente valoro tus tostadas, huevos y tocino.- Reí mirando ahora la cara rejuvenecida de la mujer.

-Me alegro. Ahora que pienso nunca supe tu nombre.

-Solo dime Seo, y ya.- Agrego atragantándose con el pan.

-Respira querida, nadie te lo quitará.- Dije viendo como tomaba agua para pasar todo.

-Lo sé.- Ella rio.- Quien diría que alguien con tu aspecto y toda tu cara llena de metal fuera tan buen ama de casa.

-Oye, no esta tan llena de metal, solo tengo una perforación en la ceja y otra en el labio.- Y un túnel y... pueda que mis orejas si estén llenas de metal.

-Tranquilo, Jongin tuvo una temporada así. Luego maduro, pero creo que sigue conservando uno.

-¿En serio? No lo he visto.

-No está en un lugar muy visible...

-¿Pezones? Lo he visto con camisa blanca, no pareciera.

-Nou.- Ella mordió la tostada.

-Me tienes que estar jodiendo.- Joon grito.

-¡Mala palabra!- Suspiré.

-Lo siento.- Volví mi vista a Seo.-¿Es en serio?

-Sip, pero no te puedo confirmar, eso debes averiguarlo tú.- Ella rió terminando de comer.

-No pensé que Jongin fuera un rebelde hasta ese punto.

-Si recuerdas que antes de conocerte mi hermano era heterosexual ¿no?

-Cierto. Creo será un eterno misterio para mí.- Seo se encogió de hombros.

-¿Quién sabe?

-¿Jongin? ¿Qué haces aquí?

-Vine a buscar a KyungSoo, ha pasado todo el día metido aquí, debes estar fastidiada.- Ella rio.

-En lo absoluto, se ha ocupado de los niños mientras tomaba una siesta, es un ángel con sed de sangre.

-Sí, mi error, no lo alimente en la tarde, sé que debía venir, pero estaba realmente ocupado.

-No te disculpes conmigo. KyungSoo está que echaba humo por las orejas, realmente está hambriento.- De inmediato salió de un golpe el vampiro de la casa.

-Adiós Seo, deje a la bebe acostada y a Joon viendo caricaturas.- Me miro enojado.- Camina perro.- De inmediato comenzó a alejarse.

-Te dije.- Mi hermana me cerró la puerta en la cara.

¡Estaba ocupado! ¡No fue mi culpa!

Al llegar a la casa, el de inmediato ingreso a la cocina regresando con su taza.

-Sirve.- Agrego empujando la taza contra mi pecho.

-KyungSoo, sé que parece imposible pera ya me duele morderme tanto la muñeca.- Agregue extendiéndosela.- Toma estoy realmente cansado, toma lo que quieras y vamos a dormir.

-¿No temes que te deje seco?

-Si lo haces, mueres, y sé que el suicidio no está en tus planes, amas demasiado tu existencia.- suspire cansado.

-Cierto.- De inmediato tomo la muñeca y sus ojos se trasformaron en un color rubí que realmente helaba la sangre.- Gracias.- Sentí como sus colmillos perforaron mi piel, no fue para nada doloroso a cuando yo lo hacía, de hecho se sentía refrescante, no doloroso y de cierta forma placentera, cuando separo su boca no pude evitar gemir un poco, que espero que el haya asociado con que fue por dolor...

-Termine.

-Bien.

-Jódete.- De inmediato se fue a la habitación tirando la puerta.

-Sofá, creo que somos tú y yo de nuevo.

Me recosté cerrando los ojos para de inmediato quedarme dormido.